
24/12/2024
Muchas veces he pensado que yo no tuve infancia.
Yo era una niña triste que jugaba mucho sola. La única fiesta que me gustaba era la de mi cumpleaños, más por cumplir años que por la fiesta en sí. Estaba tan obsesionada con sacar buenas notas que repetía cualquier examen en el que no sacara un 10. No encajaba para nada con la gente de mi edad. Me obligué a sonreír hasta que me salió natural (el típico "fake it until you make it" resulta que funciona). Y nunca he entendido a la gente que sueña con volver a la infancia, porque la mía fue una mi**da.
Pero resulta que hoy, comprando regalos de última hora como la malamadre que soy, me regalé a mí misma un libro que me recordó que sí tuve infancia, y Astrid Lindgren fue el 99% de ella.
A mi niña interior le gusta esto.