
07/03/2025
Gracias por divulgar mi reflexión en el Día Internacional de la Mujer:
❇️ MUJERES-SÍSIFO: LA CONDENA INVISIBLE QUE YA NO QUEREMOS CARGAR
Cuenta la mitología griega que Sísifo, el astuto rey de Éfira, desafió a los dioses en más de una ocasión. Con su ingenio, logró burlar a la muerte no una, sino dos veces. Pero su rebeldía tuvo un precio. Los dioses, furiosos por su osadía, le impusieron un castigo eterno: empujar una enorme roca cuesta arriba por una empinada colina. Cada vez que Sísifo estaba a punto de alcanzar la cima, la piedra rodaba de nuevo hasta el punto de partida, obligándole a empezar una y otra vez. Un esfuerzo sin recompensa, un trabajo infinito e inagotable.
Ahora imaginemos por un momento que Sísifo no es un rey castigado por los dioses, sino una mujer en el siglo XXI. Una mujer que, día tras día, empuja su propia roca: la carga mental del hogar, la crianza, el trabajo, la presión social por ser perfecta en cada rol. Que, aunque llegue a la cima, siempre hay una expectativa más que cumplir, una exigencia más que asumir. Que si trabaja mucho, es una mala madre; si se dedica a sus hijos, está desperdiciando su carrera; si busca tiempo para sí misma, es egoísta; si cuida a los demás, es su deber.
Las mujeres-Sísifo existen. No las verás en los libros de mitología, pero las encuentras en cada rincón de la sociedad: en la madre agotada que se culpa por no estar en todo, en la trabajadora que siente que nunca es suficiente, en la joven que se esfuerza el doble para que la tomen en serio, en la mujer mayor que aún se pregunta en qué momento dejó de ser “visible”.
No nos falta resiliencia, nos sobran barreras. Este 8 de marzo queremos dejar de decirnos que “somos fuertes” y empecemos a preguntarnos por qué tenemos que serlo tanto.