
08/11/2024
Estos días he acudido a un curso sobre “El manejo integral de la paciente en Reproducción Asistida”, de IVIRMA. La mayoría de los ponentes hicieron hincapié que el factor más determinante para la incapacidad de tener un embarazo a término era la edad de la mujer.
En nuestra sociedad actual, donde la natalidad es una de las más bajas de Europa, la edad de inicio en la búsqueda de embarazo se ha convertido en uno de los factores clave que influye en la capacidad de concebir. No se trata de culpar a las mujeres que toman la decisión de esperar, sino de reflexionar las presiones sociales, económicas y profesionales que muchas veces nos llevan a retrasar este paso.
Vivimos en un contexto donde la estabilidad laboral, la realización personal y las expectativas de vida cambian constantemente, lo que hace que muchas veces no se priorice la maternidad en los primeros años de vida adulta. Es importante que como sociedad reflexionemos sobre cómo podemos crear un entorno que apoye a las familias, fomente la natalidad y ofrezca más opciones y recursos para quienes desean ser padres.