29/03/2024
De bien nacido es ser agradecidos pero , creo que debemos concienciarnos en ser racionales en su utilización, tanto profesionales y usuarios y evitar excesivos consumos. De esta forma poder disponer de los medios suficientes para los que los necesitan si o si .
Ñ
“El SNS paga, cada año, mil millones de euros más que el anterior en productos sanitarios"
César Hernández, director general de Cartera Común de Servicios del SNS y de Farmacia del Ministerio de Sanidad, habla sobre las reformas en marcha en el ámbito farmacéutico.
César Hernández, director general de cartera común de servicios del SNS y de Farmacia del Ministerio de Sanidad. Foto: JOSÉ LUIS PINDADO
César Hernández, director general de cartera común de servicios del SNS y de Farmacia del Ministerio de Sanidad. Foto: JOSÉ LUIS PINDADO
Soledad Valle/Carmen Torrente Madrid
Actualizado Lun, 25/03/2024 - 14:30
Apunten: El real decreto de evaluación de tecnologías sanitarias está previsto para este año y el de financiación y precio de medicamentos, el que viene. Sobre estos dos reales decretos, junto con la reforma y desarrollo de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos -que "intentarán" que esté en el Parlamento a finales de 2024- pilotan importantes novedades relacionadas con el procedimiento de autorización de fármacos.
César Hernández, director general de Cartera Común de Servicios del SNS y de Farmacia del Ministerio de Sanidad, ha hablado de estos cambios y de la transparencia en los precios de medicamentos innovadores, de la financiación de biomarcadores en el SNS, de la demora (¿escandalosa?) en la autorización de fármacos, de los cribados de cáncer, de los problemas de suministro de medicamentos y del papel de la oficina de farmacia en el sistema nacional de salud. Y de más cosas, porque la dirección de Hernández en el Ministerio de Sanidad es casi infinita y la tiene toda en su cabeza.
Pregunta. La Guía de Evaluación Económica de los Medicamentos, elaborada por el Comité Asesor de la Prestación Farmacéutica, a petición del Ministerio de Sanidad, abre la posibilidad de que el medicamento innovador pueda compararse con otros abordajes, no solo farmacológicos, sino también quirúrgicos o rehabilitadores. ¿No es como comparar peras con manzanas?
Respuesta. No, porque estamos hablando de intervenciones en salud. Si la alternativa de una tendinitis es un medicamento o una medida rehabilitadora o una cirugía habrá que tener en cuenta cuál es la mejor intervención para el paciente y, dentro de estas, saber cuál es la más coste-efectiva. No creo que sea un aspecto que deba sorprender. Otra cuestión es ver cómo de fácil va a ser eso o cómo de práctico.
"Vamos a dar pasos hacia la transparencia, pero sin desvelar los precios confidenciales"
P. ¿Van a incluir la dimensión social en esa valoración de los medicamentos?
R. Si se refiere a aspectos que tienen que ver con la productividad laboral, con las bajas laborales, con los costes indirectos que no están relacionados con la enfermedad, pues estoy seguro de que, a futuro, terminaremos todos los países adoptando una perspectiva social. Pero el problema de la perspectiva social es que no es real, desde el punto de vista de cómo se gestionan los presupuestos. Un producto que ahorre costes sociales o económicos en bajas laborales no hace que el presupuesto sanitario aumente a costa de lo que disminuye el de las bajas laborales. Para abordar la evaluación de un medicamento desde una perspectiva amplia son necesarias reformas en varios ámbitos.
P. La justicia paralizó la red de evaluación de medicamentos, denominada REvalMed, y con ella la participación de los farmacéuticos de hospitales en la evaluación de los fármacos innovadores a nivel nacional. ¿Cree que se recuperará esa participación?
R. Uno de los aspectos que hemos recogido de la consulta pública del real decreto de evaluación de tecnologías sanitarias es el de la participación, la transparencia y la gobernanza. Va a ser un sistema que la gente entienda como propio, para que nadie se sienta excluido. Así que habrá expertos que participen en la evaluación del fármaco y otros en la decisión de autorización.
P. ¿Cómo se va a seleccionar a esos expertos?
R. Creo que todo este tipo de cuestiones, tanto la participación de profesionales como de pacientes, tiene que hacerse por expresión de interés. Debe haber convocatorias públicas en las que la gente exprese su interés en participar y luego hallar la forma de realizarlo. Además de los que participan en representación de sociedades científicas y otros grupos.
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Pregunta. ¿Van a seguir avanzando en la incorporación de nuevos biomarcadores en la cartera común?
Respuesta. Se ha puesto en marcha la cartera de marcadores genéticos. Las pruebas genéticas que son capaces, por diferente tecnología, de saber si una determinada enfermedad se acompaña de una mutación genética. Es verdad que la cartera de biomarcadores es más que la genómica y hay biomarcadores que no son genómicos, pero el movimiento es inclusivo para añadir determinadas pruebas que puedan establecer si una enfermedad va acompañada de un determinado factor (proteína, gen...) que establezca unas características determinadas. Y eso está ya en la cartera genómica, en los primeros 600 y pico pares de genes y enfermedades.
P. ¿Cómo funciona?
R. Pues si tengo un cáncer de pulmón, me tienen que hacer determinados marcadores para ver si mi cáncer de pulmón tiene una mutación X o Y y eso hace que me pueda beneficiar de un tratamiento Y o Z. Eso está ya hecho para siete grupos de enfermedades, incluyendo las más prevalentes: oncología, enfermedades neurodegenerativas, farmacogenómica... Ahora se está desarrollando en los once grupos adicionales, hasta dieciocho. Cuando completemos esos, estarán todos los marcadores de genética incluidos en la cartera.
P. ¿Tienen fecha?
R. Para finales del primer semestre de este año estarán todos. A parte, hay una orden de cartera que incluye, aunque ya estaba de efecto incluido, la declaración de que los biomarcadores forman parte de la cartera de servicios y un procedimiento para, de manera flexible y ágil, ir incorporándolos y sacándolos.
P. Hay normativa en marcha para incluir a la oficina de farmacia en los cribados, ¿es una apuesta del Ministerio de Sanidad?
R. Sí, pero el órgano efector de la colaboración de la prestación son las comunidades autónomas y, de hecho, cada una de ellas tiene sus propias leyes de farmacia. Nosotros lo que tenemos que garantizar es que nadie tenga una oportunidad menos por el hecho de vivir en un sitio u otro y no tanto cómo se le presta esa garantía: sea en un hospital o en las farmacias, el modelo que sea. Nosotros queremos que, con los grados de libertad con el que todos se sientan cómodos, garanticemos el resultado final.
"Un objetivo del ministerio es bajar los tiempos de aprobación de los medicamentos en España"
Pregunta. ¿Va a haber más transparencia en el precio de los medicamentos innovadores como obligan ya algunas sentencias?
Respuesta. Indudablemente que sí. Hay que dar pasos hacia la transparencia en procedimientos, incluso en explicaciones, pero de lo que se puede explicar. Porque otra cosa es que vayamos a desvelar cuáles son los precios confidenciales. Esto no lo hace ningún país en Europa y los pocos que tienen alguna transparencia parcial, se están echando atrás. La realidad es que el mercado europeo no es un mercado único, en el sentido de que no todos los países pagan los mismos precios por los medicamentos, y dificultaría la negociación de los precios de acuerdo a nuestras circunstancias.
P. España tarda más de 600 días en autorizar un medicamento, frente a Alemania que tarda poco más de 100. No le parece una diferencia un poco... ¿escandalosa?
R. No utilizaría la palabra escandalosa. Pero sí, es verdad que tardamos más tiempo que otros países en tomar decisiones de precio. Pero igual hay que hurgar un poco en por qué tardamos más tiempo. Un objetivo del ministerio es bajar esos tiempos y hacer que esa parte en la que nosotros trabajamos con las compañías no tenga impacto en paciente y profesionales.
P. ¿Hay algún techo de gasto del sistema nacional de salud en medicamentos?
R. El tope está en la capacidad que tiene el sistema de pagar. Los datos están ahí. El sistema nacional de salud paga cada año, desde los últimos diez años, aproximadamente, mil millones de euros más que el año anterior en productos farmacéuticos y sanitarios.
P. La reforma de la Ley de Garantías prevé un cambio en la fijación de precios de referencia, ¿qué se quiere conseguir?
R. El sistema de precios de referencia es extremadamente rígido y no permite valorar algunos productos como se merece. Y no genera la competencia que existe en otros países con otros sistemas.
"El farmacéutico en la oficina de farmacia va a poder cambiar la forma de un medicamento"
Pregunta. ¿Cree que forma parte de los problemas de desabastecimiento?
Respuesta. Hay dificultad para acomodar los precios de los nuevos medicamentos, sumado a la dificultad para generar competencia, tanto entre medicamentos en el sector innovador como cuando entran genéricos y biosimilares, y la forma en la que los sistemas de precios han hecho que algunos medicamentos lleguen a precios muy bajos, independientemente del valor clínico que tenga. Estos tres elementos hacen que el sistema esté desequilibrado y se produzcan problemas de acceso o de disponibilidad. Reequilibrar esto es uno de los retos que tenemos. Y, sin que sea la piedra filosofal, tocar el sistema de precios de referencia debe introducir más competencia.
P. Como recoge la reforma de la Ley de Garantía, el farmacéutico de farmacia, ¿va a poder cambiar la forma de un medicamento?
R. Sí, la forma en la que vamos a hacerlo todavía no puedo decirlo. Pero sí, va a haber elementos que permitan cierta flexibilidad en todo esto. Hay algunos que son muy fáciles. Luego hay situaciones especiales, donde cambiar las formas orales puede tener implicaciones en precio. Pero sí, la respuesta es sí.