El puzzle de Bea

El puzzle de Bea Médico, madre, buscadora que ha aprendido a ser feliz con un problema de salud mental y acompañar

16/05/2025

CUANDO ES HORA DE DEJAR IR.

No gastes demasiada energía intentando descifrar los motivos ocultos tras las acciones o palabras de alguien.
A menudo, nos obsesionamos con el POR QUÉ alguien hizo o dijo algo, creyendo que si entendemos sus razones, encontraremos paz.
Pero la verdad es que no siempre lo sabemos. No siempre podemos conocer sus motivos, sus razones o el dolor inconsciente que impulsa su comportamiento.

Y a menudo, puede que ni siquiera ellos mismos lo sepan.
Puede que sean un misterio incluso para sí mismos: perdidos en sus propios impulsos inconscientes, enredados en traumas sin resolver, vagando por las sombras de su propia mente.
Cuando el comportamiento de alguien te confunde, es muy tentador llenar los vacíos: proyectar tus propias suposiciones sobre él, buscar explicaciones, intentar encontrar esa esquiva sensación de cierre.

A veces, esto puede ser un ejercicio valioso, incluso compasivo. Pero hay un lado oscuro:
Puedes terminar sobreanalizando, atrapado en especulaciones interminables, enredado en un drama emocional que no te corresponde, y perdiéndote en el proceso.
Es muy fácil sacrificar tu propia claridad y paz por una búsqueda desesperada de explicaciones.

La compasión es hermosa, por supuesto. Intentar comprender las dificultades de los demás, intentar "descifrar" sus comportamientos confusos, es profundamente humano.
Pero la compasión tiene sus límites.

Hay una delgada línea entre ver el dolor de alguien y excusar, o incluso permitir, su comportamiento dañino.
Cuando intentas continuamente tener compasión por sus decisiones, cuando presencias su sufrimiento pero no estableces límites, cuando no alzas la voz, puedes cruzar fácilmente esa línea.
Puedes terminar ofreciéndoles tanto cariño que te olvides de cuidarte a ti mismo. Pero su sanación no es tu responsabilidad. Ellos son responsables de sus actos, al igual que tú de tu propio bienestar.

Entonces, ¿qué puedes hacer en su lugar?
Observar. Escuchar. Deja que sus acciones y palabras hablen por sí solas. Tu trabajo no es desentrañar el mundo interior de otra persona. Tu trabajo es comprenderte a ti mismo, proteger tu propia paz y amar con fervor, pero sin perderte en el proceso.
La compasión significa cuidar, pero sin cargar con lo que no te pertenece.

Significa permanecer abierto, pero sin abandonarte.
Y significa permitir que los demás sean responsables de su propia sanación, así como tú lo eres de la tuya.
A veces, lo más compasivo es intervenir, por supuesto.
Pero otras veces, lo más amoroso que puedes hacer… es dejar ir.
Y dejar que se enfrenten a sí mismos.

- Jeff Foster-

01/08/2024

10/07/2024

ERES EL ELEGIDO.

Cuando la tristeza o el miedo, la ira o la soledad, la vergüenza o el asco surjan por tu sistema nervioso, amor mío, no creas ni por un instante que algo anda “mal” en ti. Eso es imposible.

En lugar de eso, ¡sé un honor para ti que estos antiguos amigos hayan elegido visitarte! No han venido para lastimarte sino para sanarte, para ayudarte a recordar tu plenitud, tu inmensidad, tu capacidad para toda vida. No han venido porque estés destrozado o enfermo o porque hayas fallado de alguna manera, sino porque eres una Presencia sagrada en la que finalmente pueden recibir el amor y la comprensión que siempre han estado buscando.

¡Solo tú tienes el coraje de sentir estos sentimientos, dejarlos pasar hasta completarse, bendícelos con atención y curiosidad! Sólo tú tienes el poder de digerirlos, respirar en ellos, empaparlos de santa conciencia.

Han viajado a través de generaciones de violencia y autoabandono para encontrarte. Son los huérfanos de la conciencia, los hijos no deseados de la experiencia humana, las criaturas asustadas e indefensas de la noche psicológica.

Tú, amor mío, eres la Luz que han estado buscando desde antes de que el tiempo fuera concebido.

¿Te volverás ahora hacia estos niños interiores? ¿Abrirás tus brazos a los indefensos que están dentro? ¿Emparás con amor la tristeza, el miedo, la soledad y la rabia que sientes ahora? ¿Romperás el ciclo kármico con tu respiración?

¿Aceptarás tu papel sagrado y te convertirás en lo que eres?

¡Un recipiente ardiente de curación! ¡Un radiante amante de la oscuridad!

¡Esto es rendición!

-Jeff Foster-

08/07/2024

Vota por tu proyecto solidario favorito hasta el 15 de julio de 2024.

03/07/2024
15/05/2024

Carta a mamá :

Te agradezco que hayas aceptado la ardua tarea de ser mi madre.Te libero de toda idealización que yo haya formado de la madre perfecta y de mi necesidad de que cubrieras todas mis expectativas.

Por mucho tiempo olvidé verte como mujer, como esposa, como hija, como ser; mi egoísmo quiso encasillarte en el rol de madre, sin considerar tus propias necesidades del camino.

Hoy puedo ver que eres perfecta, eres tal cuál te elegí y tal como te necesitaba mi alma para trascender, ahora sé que contribuiste impecablemente a la evolución de mi ser, agradezco que hayas sido el nido de amor que me diera la vida.

Hoy veo tu grandeza, la tomo completa sin cambiar nada de tu historia....
Te honro con todo mi corazón.
💜☀️
Extracto del libro "Migajas conscientes" de

👏👏
16/03/2024

👏👏

No es viable sólo trabajarse cuando uno se encuentra mal, lo he visto durante años y no funciona.

La mayoría de las personas sólo se trabajan cuando sienten dolor, cuando están desesperadas, pero no trabajan esas cosas que aparentemente no duelen pero sí afectan a nuestro día a día. Son anclajes, ideas y creencias que habitan en nuestro inconsciente.

Tapamos una y otra vez el dolor y lo dejamos ahí debajo de la alfombra. Y cuando después de tiempo asoma algo a la superficie corre corre a trabajarlo que duele. Pero es que hay mucho debajo! Siempre pongo el ejemplo del ibuprofeno. Muchas veces se usa el desarrollo personal como el ibuprofeno que muchos usan cuando se encuentras mal. Las urgencias existen y por supuesto para eso estamos los terapeutas. Sin embargo, ir vaciándonos un poquito cada día de las cosas que duelen y de las cosas que tenemos almacenadas dentro, es la clave. Combinar estos dos puntos es el quit de la cuestión: ir desactivando anclajes dañinos del pasado, y ocupándonos de las cosas que nos mueven en el presente.

Tener herramientas y recursos que nos sostengan en nuestros procesos emocionales es fundamental. De esta forma podremos acompañarnos y dejar que sea nuestra voz interior la que guie nuestro camino y no la multitud de voces que hay afuera que te llevan a compararte y a dudar una y otra vez.

Si os resuena, si queréis profundizar o si queréis que os acompañe en la práctica y en detectar los puntos ciegos de cada uno, os espero en mi Comunidad. Tenéis toda la info linkando en bio o yendo al menú principal de mi página web "Acompañamiento con Elma".

✍🏻

13/03/2024

HICISTE LO MEJOR QUE PUDISTE.

Hiciste lo mejor que pudiste.
Hiciste todo lo que pudiste hacer.
No tuviste elección.

Considerando lo que creías en ese momento, qué sentimientos poderosos o sutiles se movían a través de ti, qué tan conectado estabas con tu respiración, tu cuerpo, tu verdad, tu camino, qué tan arraigado estabas en el momento presente, con qué claridad viste o hiciste. No viste, cuánto dolor sentías, cuán abiertas y vivas estaban tus heridas, cuánta resistencia sentiste, cuán estrecha o amplia era tu perspectiva, cuán atrapado estabas en tu historia personal, no podrías haber actuado o hablado de ninguna manera. diferentemente.

Hiciste lo mejor que pudiste, dado el nivel de conciencia desde el que actuabas.

¿Es esto una excusa? No. Se trata de asumir toda la responsabilidad por lo sucedido. Sin embargo, perder la culpa, "renunciar a la esperanza de un pasado mejor".

¿Es esto una evasión? No. Se trata de perdonarte a ti mismo. Dejar ir "lo que podría o debería haber sido" y alinearse con "lo que es", arraigándose en el Ahora, el único lugar desde donde puede ocurrir el verdadero cambio, pueden aparecer nuevas respuestas y puede comenzar la curación.

Llorar por el pasado, por supuesto.
Aprende tus lecciones, por supuesto.
Escuche a otros compartir su dolor. Siente todo profundamente. Haz las paces tanto como puedas. Pide perdón, si es apropiado.

Pero no piense ni por un momento que el pasado podría haber sido diferente.
No creas ni por un momento que el Universo salió mal.

Estás donde estás, ahora. Es un nuevo día, un nuevo comienzo.

Armado con una nueva visión, una nueva perspectiva, un corazón más humilde y perdonador, una actitud más curiosa, avanza hacia el futuro, cimentado en esta presencia amorosa, abierto a las posibilidades.

-Jeff Foster

Dirección

Avenida Pio XII, 13
Pamplona
31008

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