03/10/2025
La prótesis de tobillo es una opción terapéutica en pacientes con artrosis avanzada de esta articulación, cuando el dolor y la limitación funcional no responden a tratamientos conservadores. A diferencia de la artrodesis, que elimina el movimiento al fusionar los huesos, la prótesis busca preservar la movilidad, permitiendo al paciente caminar con mayor naturalidad y reduciendo la sobrecarga en las articulaciones vecinas.
Las prótesis modernas de tobillo están diseñadas para reproducir la anatomía y biomecánica de la articulación, con componentes metálicos que se fijan al astrágalo y a la tibia, y un inserto de polietileno que actúa como superficie de deslizamiento. Las indicaciones principales incluyen artrosis postraumática, artritis reumatoide y artrosis primaria dolorosa. Sin embargo, la selección del paciente es clave: es preferible en personas de edad media o avanzada, con demanda funcional moderada, buena alineación y sin grandes deformidades.
Aunque los resultados han mejorado con las nuevas generaciones de implantes, la prótesis de tobillo no está exenta de complicaciones. Pueden aparecer aflojamientos, infecciones o desgaste de los materiales, lo que en ocasiones obliga a revisiones quirúrgicas. Aun así, para pacientes bien seleccionados, representa una alternativa eficaz que mejora la calidad de vida y mantiene la función articular.