
01/10/2025
La hiperuricemia o exceso de ácido úrico se da cuando existe una concentración de esta sustancia en sangre por encima de 6,8 mg/dl. Puede deberse a una producción excesiva de esta sustancia o a que los riñones no logren eliminarla correctamente. Al inicio suele ser asintomática, pero, si persiste, el ácido úrico puede acumularse y formar cristales en las articulaciones, lo que provoca ataques de gota con dolor intenso, inflamación, enrojecimiento y gran sensibilidad al tacto, sobre todo en el dedo gordo del pie, aunque pueden afectar a otras articulaciones. Estos cristales también pueden depositarse en los riñones, originar cálculos y, en casos graves, deteriorar la función renal.
Entre las causas más frecuentes están el consumo elevado de alcohol —especialmente cerveza— y de bebidas con fructosa como los refrescos, y seguir una dieta rica en purinas, presentes en alimentos como hígado, mariscos, pescado azul, embutidos y carnes rojas. También influyen factores como la obesidad, la diabetes tipo 2, la psoriasis, algunos tumores, tratamientos de quimioterapia o una pérdida brusca de masa muscular.
El tratamiento busca reducir los niveles de ácido úrico y prevenir complicaciones. Suele basarse en controlar la dieta, mantener un peso adecuado, limitar el alcohol —en especial la cerveza— e hidratarse bien para favorecer su eliminación. También se recomienda un control periódico de los niveles en sangre. Cuando aparecen ataques graves de gota, puede ser necesario recurrir a fármacos.
Se conoce como hiperuricemia o exceso de ácido úrico a una concentración de esta sustancia en la sangre mayor a 6,8 mg/dl.