
07/08/2025
¿Te cuesta parar?
¿Sientes que estás para todo el mundo… pero no sabes cómo estar contigo?
Te adelantas a lo que el otro necesita, sostienes a quien lo está pasando mal, calmas los conflictos…
Pero cuando tú te sientes mal, no sabes ni por dónde empezar.
Puede que estés atrapada en el rol de Salvadora.
Una parte del triángulo dramático de Karpman, un patrón relacional inconsciente que se activa en muchas familias y relaciones afectivas.
Hay tres roles principales que interpretamos una y otra vez cuando hay relaciones desequilibradas o bajo presión emocional:
🔹 La Víctima (que se siente indefensa,perseguida, sobrepasada)
🔹 El Perseguidor (que controla o culpa muchas veces creyendo que es lo correcto)
🔹 Y la Salvadora (que se responsabiliza de todo... menos de sí misma).
Y este último es especialmente agotador
porque esconde un mecanismo de defensa aprendido muy temprano:
la creencia de que para que te quieran, tienes que ser útil.
Que no puedes molestar, ni pedir, ni enfadarte.
Que tienes que ser buena, para ser digna de amor, aunque eso implique dejar de escuchar tus necesidades más profundas.
👉🏻El rol de Salvadora genera estrés crónico sutil pero constante.
Tu sistema nervioso está siempre alerta, tratando de evitar el conflicto, leyendo las emociones ajenas, haciendo equilibrios para que todo esté bien.
Tu respiración se vuelve superficial, tus músculos se tensan, se activa el modo “hacer” incluso cuando tu cuerpo te pide parar.
Y con el tiempo… te desconectas de ti misma.
Dejas de sentir qué necesitas.
Dejas de habitar tu cuerpo.
Y lo pagas en forma de ansiedad, rigidez, falta de deseo, insomnio o apatía porque es insostenible.
🌻La salida empieza por hacer espacio a tus propias necesidades.
Por dejar de hacerte responsable de lo que no te pertenece y dejar de victimizar a las personas reconociendo la capacidad de cada uno de hacerse cargo de sí mismo.
Esto no te convierte en egoísta.
Te convierte en alguien que ya no necesita sacrificarse para merecer amor.
Y ahí empieza otra forma de vivir:
Más honesta, más libre y más encarnada.
⬇️ continúa abajo