19/11/2025
👣 A veces, lo que más limita no es la deformidad del pie… sino el día a día que te roba: caminar más lento, evitar ciertos calzados, llegar a casa con dolor o renunciar a planes porque “hoy me molesta demasiado”.
Este caso llegó a consulta con un juanete doloroso y varios dedos en garra que ya no permitían hacer vida normal.
Tras la cirugía mínimamente invasiva, el cambio no es solo visual: a las 8 semanas, sin dolor y haciendo vida con normalidad. Eso es lo verdaderamente importante.
Cada intervención es diferente, pero el objetivo siempre es el mismo: recuperar función, comodidad y autonomía sin cirugías agresivas ni largos periodos de reposo.
👉 Si llevas tiempo pensando que “ya se pasará”, quizá sea momento de valorarlo.
Hablamos sin compromiso en el 986 10 10 02 o en nuestra web.