15/11/2025
Se repite y se repite que no azúcar antes de los 2 años… y me incluyo.
Pero pocas veces explicamos por qué, y cuando no entendemos el motivo, suena más a regla estricta que a algo sin sentido.
La verdad es que esta recomendación no busca complicarte la vida, sino proteger algo súper importante: cómo se forman los hábitos y el gusto de tu hijo.
Los bebés nacen con una preferencia natural por lo dulce es biológico.
Si a ese gusto natural le añadimos azúcares extras muy temprano, lo que hacemos es elevar su umbral de dulzor: lo que antes les sabía rico ahora les parece poco, y terminan buscando sabores más dulces para sentirse satisfechos. Eso impacta directamente en lo que piden, en lo que aceptan y en la forma en que comen en casa y en la escuela.
Además, su cuerpo sigue madurando:
• Su páncreas y su hígado todavía no están listos para grandes cargas de azúcar.
• Su microbiota está en plena formación.
• Su relación con la comida apenas comienza.
Y aquí viene lo más importante: los primeros dos años “programan” sus preferencias alimentarias. En ese periodo, lo que más ofrezcas es lo que más van a aceptar después.
Si desde temprano llenamos el día de bebidas dulces, postres, cereales azucarados o ese “solo para que pruebe”, estamos desplazando alimentos reales que sí necesita para crecer.
No se trata de satanizar el azúcar ni de pensar que nunca la van a probar.
Llegará el momento de los cumpleaños, las fiestas y los convivios. Claro que sí.
Pero el motivo real de esta recomendación es que antes de los 2 años lo que comen moldea su futuro alimentario y su salud.
Así que no es “no azúcar porque lo digo yo”…
Es no azúcar porque su cuerpo y su cerebro apenas están aprendiendo a comer.
Así que bebé, aún tendrás que esperar un poco más.