
12/01/2022
🌫️🌧️💧⭐
El otro día tuve un día bastante duro e intenso, con mucho estrés continuado durante todo el día. Y me notaba esa tensión por todo el cuerpo, una rigidez generalizada, la respiración agitada y entrecortada. Además iba con la mascarilla y no podía quitármela, por lo que no podía hacer respiración profunda para autorregularme. Así estuve durante un buen rato.
Cuando llegué a casa, seguía aún con la tensión, incluso conduciendo me notaba muy activada. Solo quería relajarme porque me pesaba todo el cuerpo y mi mente, que había ido a mil durante toda la mañana, ahora estaba como ralentizada.
Sabía que necesitaba parar y relajar mi sistema nervioso que estaba a tope. Me senté y me dejé sentir toda esa tensión y todos esos músculos contraídos. Y empecé a llorar.
Lágrimas que se llevaban el estrés, lágrimas de autorregulación. También pude hablar con mi marido y dejarme sostener y abrazar por él. Ahí sentí que me iba quitando un peso de encima.
En otra época me hubiera desconcertado o me hubiese juzgado duramente (crítica interna, hello?) por responder llorando. Hubiese pensado que se me iba de las manos la situación.
Ahora sé que mi sistema nervioso estaba en modo alerta y supervivencia, dándolo todo, sosteniéndome en un momento duro, y que con esas lágrimas se estaba regulando, volviendo a un estado basal.
El hecho de llegar a casa, mi lugar de bienestar y encontrar esa conexión de apoyo hablando con él, me ayudó a sentirme segura y corregularme.
Conocer la teoría polivagal me ha permitido reconocer las respuestas adaptativas de mi cuerpo a posibles situaciones de riesgo, comprender que esa respuesta automática intenta protegerme y saber que después voy a volver a un estado de seguridad y regulación.
🌀 No soy experta en este tema, así que si te interesa, te recomiendo que leas/escuches a Deb Dana o a Stephen Porges
🤗 Te mando un abrazo si tú también te machacas de vez en cuando. Vamos a generar compasión desde el autoconocimiento💖
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