29/10/2024
Ellas, no pasan de los 16. Han crecido en dos ciudades de millones de habitantes, en dos continentes distintos. Las recibo por unos días en una ciudad muy lejos de casa y cuyo idioma no conocen. Con apoyo de su madre, solo necesitan un par de días para ubicarse y moverse con soltura a solas. “Son capaces, pueden hacerlo”, dice su madre.
Ellas le creen.
Él, creo que tiene 18, ha cruzado el Atlántico, de la gran metropoli a un pequeño pueblo en medio de ninguna parte, con un idioma que no sé qué tanto conoce. En unos días, “ya controla” lo que hay que saber.
Al otro lado, lejos de ellos, pero con la misma edad, otros dos chicos han crecido en una ciudad que apenas pasa de los cien mil habitantes. Y escuchan decir a sus padres “No hay necesidad de irse tan lejos” Me pregunto
¿De quién es la necesidad?
En estos días leo sobre el Circulo de Seguridad Parental…sobre esas manos abiertas que acompañan en la exploración y el distanciarse.
Manos que, acompañando ese proceso, también son capaces de dar de nuevo refugio y bienvenida en un camino circular que no cesa nunca sino que se expande…Cada vez más lejos, que aquí estaré yo. Grande, sabio, fuerte y bondadoso, para seguirte y, si es preciso, recibirte y hacerme cargo. Y cuando vuelvas a estar preparado, animarte a explorar otra vez.
Puedes hacerlo. Confio en ti y en tu capacidad de cuidar de ti. 💪🏽👥