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Psicóloga Rosa Torrejón

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Psicóloga Rosa Torrejón

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27/11/2025

A veces esperamos que la terapia se note como un antes y un después muy claro… y, en realidad, suele sentirse más como pequeños movimientos internos que se van acumulando. 🌱

Algunas señales de que el proceso está funcionando (aunque tú sigas dudando) son:

Te animas a hacer cosas que antes evitabas, aunque todavía te den miedo. Empiezas a probar, a acercarte un poco más a lo que antes te bloqueaba.

(Aunque la vida no sea perfecta) tienes más momentos de calma, pequeños ratitos en los que tu mente se aquieta y puedes respirar un poco mejor.

Te hablas de forma más amable: te juzgas menos, te das más permisos, empiezas a mirarte con la misma comprensión que ofreces a los demás.

La terapia no borra el miedo ni los problemas de un día para otro, pero sí puede ayudarte a vivirlos desde otro lugar.

Si te has sentido reflejada en alguna de estas señales, quizá tu proceso está avanzando más de lo que crees. 💜

24/11/2025

La herida está abierta: duele, sangra, ocupa toda la atención. Pide cuidados: limpiar, proteger, no rascar, no forzar. En psicología, una “herida” es un proceso en curso: una ruptura reciente, un duelo que aún arde, un límite que todavía no sabes poner. Aquí lo importante no es “ser fuerte”, sino atender: pausa, nombre, sostén, ayuda profesional si hace falta. Aprender, en fase de herida, es sobre todo aprender a cuidarte.

La cicatriz, en cambio, es un cierre. Ya no duele igual, pero queda una marca: te recuerda por dónde pasaste y qué te sirvió para salir. Una cicatriz no se borra: se integra. Es memoria que orienta. Te ayuda a reconocer señales, a detectar lo que no vas contigo, a elegir distinto. Recordar no es revivir: es saber y, desde ese saber, cuidarte mejor.

Cómo distinguirlas en tu día a día:
• Si te consume la energía y te desregula el cuerpo (pecho apretado, n**o en estómago, mente acelerada), probablemente es herida: cuídala.
• Si puedes hablarlo sin romperte, si hay comprensión y elección, es cicatriz: intégrala.
• Si alternas entre una y otra, es normal: la curación no es línea recta.

Qué hacer con cada una:
• Herida: menos juicio y más cuidado. Pide ayuda, baja exigencias, limita exposición a lo que reabre, sostén lo básico (sueño, comida sencilla, luz, movimiento suave).
• Cicatriz: convierte el recuerdo en guía. ¿Qué señales ignoraste? ¿Qué recursos te ayudaron? ¿Qué límites pondrás la próxima vez?

Una te hace aprender a cuidarte; la otra te ayuda a recordar cómo quieres vivir. Las dos forman parte de tu historia, pero ninguna define tu valor.

Pregunta para ti: ¿qué parte de tu vida hoy necesita cura… y qué parte solo te está recordando el camino?

21/11/2025

Los domingos por la tarde no “se tuercen” por casualidad. En muchas casas se activa el modo pre-lunes: el cuerpo está cansado, la mente anticipa exigencia y el clima se contagia. No es mala actitud; es el subconsciente preparándose para lo que percibe como evaluación: horarios, tareas, citas, correos, colegio. Por eso aparecen el nerviosillo de estómago, la impaciencia y esa mezcla rara de tristeza con prisa.

Lo útil aquí no es apretar más, sino dar al sistema una sensación de control compartido: pequeñas certezas que bajen el ruido.
Ideas de micro-certezas que funcionan en familias reales:
• Desayuno resuelto hoy: mesa medio puesta, fruta lavada, termos listos.
• Ropa preparada por cada persona (incluye calcetines y chaqueta): cero “¿dónde está…?” a primera hora.
• “Cajita de los lunes”: llaves, tarjetas del bus, autorizaciones del cole, agenda firmada. Siempre en el mismo sitio.
• 10 minutos de calendario en voz alta: cada quien dice un plan/pendiente del lunes y lo colocáis juntos.
• Ritual de cierre agradable y breve: peli corta, lectura en el sofá, ducha larga, paseo con música tranquila. No recompensa perfecta; rutina amable.
• Frase ancla: “lo importante para mañana ya está hecho; lo demás lo resolvemos juntos”. Repetirla ayuda.

Si hay peques, explícales el porqué: “cuando sabemos lo que toca, el cuerpo se calma”. Y nombra las emociones sin dramatizar: “hoy estamos inquietos; es normal, mañana empezamos semana”.

No se trata de tenerlo todo controlado, sino de ofrecer dos o tres certezas pequeñas que digan a la mente: “estamos a salvo, vamos bien”.
¿Qué micro-certeza os gustaría probar hoy en casa?

19/11/2025

A veces la cabeza se hace n**os 🧠🧵 que una sola persona no puede desatar. Y está bien reconocerlo. Hablarlo con una profesional no borra lo que duele, pero ayuda a poner nombre 🏷️ a lo que pasa, ordenar las piezas 🧩, calmar el cuerpo 🌬️ y encontrar caminos que desde dentro del remolino no se veían 🧭. Pedir ayuda también es cuidarte 🤝.

Ir a terapia no significa “no puedo con mi vida”, significa “no quiero hacerlo en soledad” 🫶. En sesión no hay juicios; hay un espacio seguro para entender tu historia, tus ritmos y tus límites. A veces trabajaremos con herramientas prácticas (respiración, hábitos, límites) 🧰; otras, con emociones que necesitan tiempo y lugar 🕯️.

Señales de que puede venirte bien:
• Todo te cuesta el doble y sientes poca energía 🔋⬇️
• La mente no para, sobre todo por la noche 🌙
• Te comparas, te exiges o te hablas con dureza 🪞
• Te cuesta poner límites o decir “no” sin culpa 🚧
• Ansiedad en el cuerpo: presión en el pecho, n**o en el estómago, mandíbula tensa 💢
• Tristeza, bloqueo o mezcla difícil de explicar 🌫️

Qué puedes esperar:
• Escucha sin prisa y sin etiquetas 👂
• Un plan a tu medida, con pasos pequeños y sostenibles ✅
• Lenguaje claro y herramientas concretas 🗺️
• Respeto por tu tiempo, tu ritmo y tu forma de sentir 🕊️

Si hoy lo necesitas, está bien decirlo en voz alta 💬. No estás sola, no estás solo. Pedir apoyo es un acto de valentía tranquila 🌷.

17/11/2025

La autoestima no sube con frases bonitas; se entrena con hábitos pequeños y repetibles. Aquí te dejo cómo llevar estos 5 a la vida real:

1. Cuida tu diálogo interno

Cambia el “qué torpe soy” por una descripción neutra: “me equivoqué en esto, ¿qué necesito ahora?”. Háblate por tu nombre y con respeto.

2. Celebra tus logros

Al final del día, anota 1 cosa concreta en tu “archivo de alegrías”. Sin justificarla ni restarle valor.

3. No te compares (a ciegas)

Cuando aparezca el “por qué yo no…”, tradúcelo a “qué parte admiro y qué paso pequeño puedo copiar”.

4. Rodéate de personas que te nutran

Señal clara: sales más ligera/o, no encogida/o. Ajusta tiempos y límites con quien te drena.

5. Haz cosas que te hagan sentir capaz

Elige tareas de 10–15 minutos con inicio y fin claros. Acumula evidencias de “puedo”, no promesas.

La autoestima es evidencia repetida, no ego.

¿Qué micro-paso vas a probar esta semana? Guarda este post para volver a él cuando lo necesites.

14/11/2025

Te entiendo: a esa hora, con el día pasado por encima, el móvil se convierte en un pequeño salvavidas. No es capricho: es analgesia. El cerebro, cansado y con poca gasolina de autocontrol, busca un chute rápido de dopamina que tape lo que duele: cansancio, soledad, frustración, sensación de “hoy no llegué”. Funciona… unos minutos. Después llega la resaca: paquete pendiente, gasto que no querías y la misma emoción intacta.
Lo que suele pasar por dentro:
• Impulso: “me lo merezco”.
• Click → alivio corto (placer + fantasía de estreno).
• Vuelta a la realidad: culpa, auto-reproche y cero reparación emocional.
• Nuevo contrato interno: “mañana me porto bien” (más exigencia, menos cuidado).
Si te reconoces, prueba a traducir el impulso en lugar de pelearte con él:
• Cambia la frase: de “me lo merezco” a “me falta ___”. Completa el hueco: calma, compañía, validación, descanso.
• Nómbralo en voz baja: “estoy intentando anestesiar X”. Poner nombre baja la urgencia.
• Decide de día: lo comprable vive en una lista diurna con presupuesto; de noche no se decide nada nuevo. Si mañana sigue teniendo sentido, entonces sí.
• Sustituye por algo que de verdad repara lo que faltaba: escribirle a alguien seguro “hoy fue pesado”, ducharte caliente, preparar la mañana para darte facilidad real. No “perfecto”, suficiente.
No eres “débil” por caer en esto. Estás haciendo lo que puedes con las herramientas que tu mente tiene a esa hora. Se pueden cambiar sin castigarte.
¿Con qué emoción sueles llegar a ese scroll de madrugada? Si te apetece, ponla en comentarios con una palabra. Guardar este post puede ayudarte la próxima vez que el dedo se vaya solo.

12/11/2025

Cuando celebrar se siente como “presumir”, no es falta de humildad: es un reflejo de protección.
Si de pequeña mostrar alegría acababa en críticas o bromas, tu mente aprendió “mejor apágate antes de que te apaguen”. Por eso, cuando logras algo, te encoges.

Prueba este giro sencillo:
• Nómbralo: “me cuesta compartir porque temo que suene a ego”.
• Celebra en sitio seguro: cuéntaselo a una persona de confianza con una sola frase y respira la alegría sin justificarla.
• Guarda prueba de realidad: anota el logro en tu “archivo de alegrías” para releer cuando vuelva la vergüenza.

Tu logro no invalida a nadie; solo ilumina tu camino. ¿Qué te gustaría celebrar hoy sin pedir perdón por ello? 💫

10/11/2025

No controlamos el clima emocional, sí podemos equiparnos: nombrar, pausar, elegir una acción pequeña. ¿Tu pronóstico de hoy en una palabra?

07/11/2025

Compararte rara vez empuja hacia adelante; casi siempre drena. Cuando miras fuera todo el rato, te desconectas de tus ritmos y necesidades. La mente fabrica una carrera imaginaria: “voy tarde”, “debería estar ahí”, “a mí me falta algo”. Y el cuerpo lo nota: tensión, prisa, sensación de deuda permanente.

Recordatorio amable: los timelines de fuera no son tu mapa. Cada historia tiene contexto, recursos y tiempos distintos. Lo que ves suele ser un fotograma, no la película completa.
Tu camino no necesita parecerse a ninguno. La pregunta importante no es “cómo van los demás”, sino “qué es suficiente para mí hoy”.

¿Con qué pequeño gesto te vuelves a tu propio ritmo ahora?

05/11/2025

Un límite no es un muro ni un castigo. Es una forma de cuidarte y cuidar el vínculo para que la relación sea sostenible en el tiempo. Cuando notas tensión en el cuerpo, resentimiento acumulado o haces algo por miedo a la reacción del otro, ahí suele haber un límite que necesita voz.

Decir “no puedo hoy”, “prefiero no hablar de esto ahora” o “sí quiero, pero a mi ritmo” no te vuelve fría ni egoísta: te vuelve clara. La claridad evita malentendidos, protege tu energía y reduce esa sensación de estar “dando de más” hasta quedarte sin aire.

Cómo sostenerlo sin culpa:
• Di la frase corta, una sola idea cada vez.
• Repite si es necesario: “Entiendo que moleste, y mantengo mi no”.
• No te justifiques de más: explicar en exceso suele abrir debate.
• Ofrece alternativas realistas cuando existan: “el sábado te digo”, “podemos retomarlo mañana 15 min”.
• Observa tu cuerpo después: si baja la presión y hay más aire, es buena señal.

Qué puedes esperar: sorpresa, enfado o que intenten negociar. No significa que estés haciendo algo mal; es la relación ajustándose a una forma más sana. Sostener tu límite con amabilidad y coherencia enseña a la otra persona cómo relacionarse contigo sin dañarte.

Pregunta para ti: ¿qué frase te ayudaría hoy a estar en paz contigo y a la vez respetar el vínculo?

03/11/2025

No eres tu historia en pasado, eres las decisiones pequeñas de hoy.
A veces no elegimos lo que ocurre pero sí podemos elegir cómo responder: con una pausa, pidiendo ayuda, diciendo “no”, respirando antes de actuar, cuidando el cuerpo que también habla.
Eso también es valentía: responder distinto aunque duela.

¿Qué micro-respuesta te gustaría practicar esta semana?

31/10/2025

😣 ¿Te cuesta diferenciar lo que sientes?

A veces lo llamamos “ansiedad” pero en realidad es miedo. O pensamos que es estrés… cuando es una anticipación que no se detiene.

💬 Nombrar lo que te pasa no lo soluciona, pero sí te da poder para empezar a entenderte.

Y eso cambia todo.

➡️ Aprende a identificar cómo te afecta cada emoción.

Porque no es lo mismo, y merece un trato distinto.

🧠 En terapia trabajamos esto paso a paso.

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