26/11/2025
En terapia suelo repetir algo que a veces olvidamos en la vorágine diaria: el bienestar no solo se construye, también se protege.
A veces pensamos que “cuidarnos” es añadir más cosas a la agenda, cuando en realidad también implica honrar aquello que ya nos sostiene.
Cuida las personas que te escuchan sin prisa.
Cuida los espacios donde puedes ser tú.
Cuida los hábitos que te devuelven la calma.
Cuida los límites que te recuerdan que tu paz es valiosa.
Cuida incluso los pequeños rituales que parecen insignificantes, pero que te reconectan con tu centro.
Porque cuando cuidas lo que te cuida, te estás eligiendo a ti.
Y elegirte no es egoísmo: es responsabilidad emocional.