
25/09/2025
DIARIO DE GRATITUD
El Diario de Gratitud es una de las tareas que más veces indico a mis pacientes o consultantes. Puede parecer cursi a las personas más cínicas o sarcásticas pero pronto descubren sus enormes beneficios. Si a la tan manida tríada del autocuidado: sueño, alimentación y ejercicio, le sumamos gratitud hasta podríamos borrar el “auto” de cuidado, ese ma***to prefijo que tanto empacha. Habrá quienes se agradezcan por su cuerpo o sus capacidades pero la mayor parte de las veces agradecemos a otros, a la vida, a las circunstancias y agradecer se convierte así en una fortaleza de primer orden del carácter.
Tal vez por encima del optimismo o la resiliencia yo escogería sentirme agradecida como mi estado de ánimo favorito porque engloba muchas cosas. La perspectiva, saberme donde estoy ubicada, la mente positiva que me ayuda a fijarme en lo que tengo y no en lo que me falta, el sentimiento de conexión con todos y todo lo que me ha ayudado en mi camino.
En el Diario de Gratitud, puedes anotar (y no diariamente) cosas buenas que has experimentado, buenos momentos, enseñanzas o lecciones aprendidas y disfrutadas.
Sorprende al leer muchos de ellos la importancia que tienen los pequeños momentos, los gestos apenas percibidos, las palabras bondadosas, la amabilidad, el contacto con la naturaleza, un recuerdo bonito que nos viene sin buscarlo, el encuentro con un viejo amigo…
Cosas que si no nos paramos, y escribirlas es una buena forma de pararnos , nos pasan desapercibidas, y sin tenerlas presentes nos dejamos arrollar por problemas y preocupaciones que nos descolocan las verdaderas coordenadas de nuestra vida, y nos hacen sentir desdichados.
Tengo un montón de infinitas gracias en mi cuaderno, a seres queridos, a personas para las que trabajé (sin excepción) momentos, lecturas, mil páginas , y empiezo un cuaderno nuevo.
De todas las cosas que agradezco las que más, son las dificultades que he tenido, especialmente las sobrevenidas de mi propia personalidad porque me han enseñado mucho y me han exigido mucho trabajo interior, y la capacidad que tengo de sentir gratitud. Es lo que mantiene mi entusiasmo. Leí por ahí estos días que si en tu corazón plantas una rama frondosa, pronto llegará un pájaro a posarse sobre ella. Y es verdad.