13/02/2025
¿Dejarías de fumar y de beber? ¿Sanarías tus heridas emocionales? ¿Cambiarias tus hábitos alimenticios? ¿Cuidarías tu cuerpo por dentro y por fuera? Tus hijos no necesitan que mueras por ellos, necesitan que VIVAS.
En realidad, creo que es más fácil morir por tus hijos, que vivir por ellos. Porque dar la vida por ellos en un momento dado, es probablemente hasta instintivo. Se hace sin pensar. No hay duda posible. Pero vivir por ellos requiere de mucho coraje, de mucha fuerza interior, que no siempre tenemos, y que, además, cuando nos flaquea, nos genera vergüenza y frustración interna.