11/05/2024
uNO SABE CUANDO TIENE UN MASAJE ENTRE MANOS, SI LA PERSONA TE ESTÁ ACEPTANDO O NO, PORQUE NO DEJA QUE LLEGUES A SU INTERIOR, INEVITABLEMENTE CADA UNO TIENE UN TIEMPO DE CONFIAR SU CUERPO A LAS MANOS DEL TERAPEUTA...
Cuando mi nueva paciente llegó, me sorprendió su aspecto, parecía una muñeca, pequeña, con curvas, mucha cintura, , un pelo rizado una carita redonda y unos ojos celestes brillantes, redondos de mirar casi sorprendido. Llevaba puesto un vestido sencillo, estampado de seda que se le pegaba muy bien al cuerpo, un bello ejemplar de una mujer madura, de unos 49 años o más o menos.
La anamnesis sólo me aportó un trabajo duro, un día muy largo, llevar un campo, un casi tambo, un padre de 80 y pico años casi senil, un marido arrastrando un cáncer linfático, un hijo grande machista, y una hija que necesitaba ayuda con su niño, a eso le acarreamos una incipiente menopausia, y ya estamos con un agotamiento físico emocional terrible.
Lentamente elegimos el aceite, conciliamos horarios para futuras sesiones, y empezamos a trabajar, por reflejo cuando la tensión va bajando el alivio hace que uno se sensibilice mucho, si en ese momento se consigue conectar, es un paciente agradecido y para toda la vida-
Su piel respondía agradecida al contacto de mis manos, y ambas notábamos como se iba aflojando, en algún momento, empezó a hablar, "nunca dejé que me toquen el pelo, sabe?, me lo arreglo yo sola, me lo corto, lo tiño, jamás voy a la pelu, no me gusta... ah contesté yo, pues es una parte de mi práctica, bueno, ya veremos...
Nos embargó el silencio, terminé la espalda, pasamos a un drenaje, y ya íbamos alcanzando un buen reflujo cuando un sobresalto me informó que se había quedado casi dormida, "uy dijo, perdone, casi me duermo", jjj dije yo, no hay problema, al contrario, eso es que le va bien la sesión, ahhh dijo, sabe yo viví siempre en este campo, entre peones, la mujeruca que me crio cuando falleció mi madre, y mi padre, y vivía esquivando las manos de ellos que me rozaban, o cuando yo pasaba, trataban de pellizcarme, o de tocarme, y un día me vio la vieja María, y cuando llegué a su alcance me atizó un bue palo por las costillas, yo asustada pregunté ..que hice? y ella me dijo, mire chica, usted se deja hacer, porque le gusta, y eso está mal, yo no sabía como convencerla que no era sí porque ella no me escuchaba, y sólo me dijo ,"ojito que la vea otra vez así"
y yo dejé de abrazar y acariciar a todo el mundo, de hecho muchas veces mi marido se quejaba de lo seca que yo era, mis hijos no saben lo que es que les abrace y les haga mimos, mejor les hago algo rico, pero no los toco-
Yo me separé de ella, y le dije pues mire usted, esa mujer aunque con buena intención la ha dejado manca, le quito un montón de placer que hubiera tenido en el contacto con sus amores, porque la piel necesita acariciar, y que la acaricien, abrazar y ser abrazado, en fin, usted tiene un buen modo de superar lentamente esta cosa, empiece a practicar con su nieto ,¿usted cree? señora me dijo, yo le contesté, no le gusta como se va aflojando su espalda por el masaje, imagínese si lo hiciera con alguien que ama.
Bueno y ahora que ya casi terminamos voy al fin de esta terapia, el masaje cráneo encefálico, y empecé a mover mis dedos en su abundante cabellera, ella lentamente se fue estirando como un gato, y cuando terminé, me dijo ya está?, que pena,
Nuestras risas sonaron por todo el box, y el abrazo surgió sólo, ese día empezamos Consuelo y yo una bella amistad.