
29/10/2024
A diferencia del yo ontológico y el yo racional, el yo narrativo es una entidad transaccional que se construye a través de las interacciones entre la cultura y el sujeto.
Desde el psicoanálisis (Spence, Schafer), se considera que la verdad que importa no es la histórica, sino la narrativa. Más allá de que sea o no un recuerdo o una ficción encubridora, la narrativa es válida si se ajusta a la historia real de la persona y si aborda la problemática.
De alguna manera, al Yo le corresponde el papel de elaborar relatos sobre la propia vida.
Siguiendo con este postulado, Polonoff concluye que el Yo de una vida es producto de nuestra narración, en lugar de una cosa fija pero oculta que sería su referente.
La meta de la narración del Yo no necesita encajar con alguna realidad, sino lograr que sea coherente, viable y apropiada tanto externa como internamente. El autoengaño consiste en no conseguir esto.
Para Schafer, el reto del analista y el analizado consiste en cómo volver a contar la historia de manera que le permita comprender los significados e importancia de sus dificultades actuales para que el cambio resulte concebible y alcanzable. Para ello se establece como prioritario no sólo el contenido, sino también la forma de la narración.
© luisjuarezcastillo.com
Imagen: Contador de cuentos en Marrakech