
24/09/2025
Hay preguntas que no caben en un currículum, ni en una bio de Instagram, ni en la lista de logros que usamos para intentar brillar.
Preguntas como las que lanza Oriah Mountain Dreamer en su poema “La Invitación”, que no es un poema, sino un espejo encendido:
..No me interesa tu edad, ni tu signo, ni tus éxitos,
Quiero saber si aún sueñas sin pedir permiso,
si bailas con alegría sin pedir perdón,
Si te has roto y no te has vuelto piedra,
Si puedes gritarle “¡sí!” a la luna,
aun cuando la vida te haya dejado sin aliento.
Quiero saber si puedes quedarte en el fuego sin huir,
si puedes ver la belleza incluso en lo feo,
si puedes soportar decepcionar a alguien
por no traicionarte a ti....
Yo leo este poema y me dan ganas de invitar a cenar solo a gente que baile como si le fuera la vida en ello, a personas que han amado sin red y llorado sin filtros, a mujeres y hombres que no son perfectos, pero son verdaderos.
Porque al final, eso es lo que nos sostiene cuando todo se derrumba ¿no?, no los títulos, ni las cifras, ni los aplausos, ni las medidas de tu cuerpo, sino sino la fidelidad a uno mismo, la belleza de quien sabe estar solo y se gusta, la mano del amigo que se ofrece sin condiciones, la ternura que no compite, la voz que no juzga y el Alma que se queda... 🌹 .vidal3