
19/04/2025
No os dejéis engañar.
Detrás de este pequeño momento de relajación, agua clara, sonidos idílicos de la naturaleza, soledad y silencio... Hubo un papá colaborador que se llevó caminando más adelante a un adolescente furioso y cansado, harto de que sus padres le arrastren a lugares salvajes, molestos y lejos de sus pantallas y su habitación... Y a una niña de siete años agotada, desregulada y con necesidad de silencio, recogimiento y volver a casa YA.
Y sí, logré mi momento; a costa de perderme otro momento que espontáneamente surgió sin mí, más adelante, en la que mi adolescente se metió en el agua para intentar cazarle una rana a su hermana.
..Y antes y después vinieron momentos tensos, algún enfado, malentendidos y silencios en los que cada cual buscamos nuestras herramientas para regularnos y volver a estar en condiciones de compartir con los demás.
🍀 También momentos hermosos en los que logramos conectar entre nosotros. Mi pequeña aprendiendo a caminar entre las piedras, esquivando las aulagas, los espinos y las zarzas. Mi grande meditando sobre una roca, quedándose dormido al sol como buen hijo de escaladores criado a pie de vía. Mi marido mostrándome los rincones que sólo un buscador de bloques puede encontrar en mitad del bosque.
Mi momento de silencio sintiendo los guijarros bajo los pies y el agua helada sobre ellos.
Instantes que atesoro para tejer la historia feliz de mi familia.
Porque es la historia que elijo.
La que me da energía necesaria para iluminar los momentos tensos, tristes, difíciles, oscuros...
Que están ahí también, moviéndonos a crecer, formando parte de lo que somos y lo que creamos juntos.
(...Por si en algún momento llegaste a pensar que la familia de la psicóloga era algo parecido a una familia perfecta... 🤭🥴😌)