
04/05/2025
Hay madres que son increíbles. Muchas. La mayoría.
Ellas luchan, acompañadas o solas. Aprenden y desaprenden, curan, educan, crían, desarrollan paciencia infinita, sufren y confían.
A ellas les deseo un día y una vida feliz.
Ser buena con y por sus criaturas no va intrínseco en la condición de madre.
También he conocido a través de los relatos escuchados en consulta madres negligentes, descreídas, desconectadas emocionalmente, manipuladoras, chantajistas, maltratadoras. Algunas es lo que aprendieron a su vez en su familia. Otras eligieron posicionarse con abusones y abusadores.
Y generaron los daños y sufrimientos más irreconciliables.
A ellas no les deseo un día feliz.