03/03/2023
Imprescindible. 💔
No la mataron, sabéis? No la mataron.
Fueron unas puñaladas, fue al hospital, le dieron el alta y lo primero que hizo fue llamarle.
Pero vamos a ver! Decían. Cómo puede llamar a quien le ha dado 6 puñaladas? Eso es que le gusta la marcha, algo haría, e incluso hubo quien dejó caer que quizás fue ella misma quien se las clavó.
Y ella solo quería estar con él. Y una orden de alejamiento se lo impedía, pero ella quería estar con él.
Porque lo provocó, sabéis? No era un mal hombre y ella le sacó de quicio, y si ya sabes cómo se pone, pá que le invitas.
Lo necesito, me decía. No puedo vivir sin él.
Cariño, es que literalmente con él, no vas a poder vivir.
Pero es que le quiero, me dijo. Y sin él yo no soy nada.
Cariño, es que literalmente con él, no vas a ser nada.
Porque vas a dejar de existir.
Y una parte de ella sí que era consciente. Pero toda la dependencia vendaba unos ojos que si podéis imaginar un poco, os daréis cuenta que no eran capaces de ni siquiera mirar a la cara.
Sabéis? Me dijo que si hubiera querido matarla, lo hubiera hecho. Así, que había sido un escarmiento. Una prueba para advertirla, para que no volviera a hacer eso que tanto le cabreaba.
Imaginad, escuchar a alguien de 40 kilos, temblando, justificando los puntos de 6 partes de su cuerpo
Cómo puede ser? Se pregunta el entorno. Cómo es posible que quiera volver? Aquí pasa algo raro.
Quiero estar con él. Me dijo. Y yo, le dije que la entendía. Allí pudo medio mirarme, aún temblando. Y le dije que la entendía tanto como entiendo a todas las que no pueden salir de donde las machacan.
Y esa parte consciente, me preguntó si estaba loca.
A lo que contesté, que lo que le pasaba es que estaba en el ciclo de la violencia, y que toda esa mi**da de minimizar, justificar, sentir pena, miedo y vergüenza, echar de menos e idealizar, no era ella, sino la violencia.
Le amo. Una y otra vez, entre llanto insoportable y dolor inmenso.
Es que le amo. Y haría todo por él.
Lo sé, respondí. Pero eso no quita que él lo que haría por ti, sería matarte.
Tarda, y a veces mucho. Quitar la venda del me quiere y soy yo la que le hace así, y ver el no me quiere y soy yo la que va a morir
Pero un día, llegó y me dijo: Paula, joder. Que casi me mata.
Lo sé.
Y ahí se me rompió como nunca lo había hecho.
Porque ser consciente de que quien pensaste que era tu familia, es tu enemigo, duele más que las 6 puñaladas.
Pero es la única manera de empezar a mirar las cicatrices físicas.
Y empezar a coser las heridas que no se ven.