09/12/2025
Hola Guerrer@s!!
Nacida en La Coruña en 1771, es considerada por la OMS como la primera enfermera de la historia en misión internacional, al embarcarse para llevar a América la vacuna de la viruela.
Su motivación llegó principalmente tras la muerte de su madre de esta enfermedad, considerada una de las pandemias más mortales de la historia de la humanidad. El suceso le marcó hasta el punto de interesarse por la medicina. Así, con 20 años, dejó la vida rural que había llevado hasta entonces y se fue hasta el Hospital de la Caridad de A Coruña, donde trabajó de ayudante y aprendió los entresijos de la profesión. Tiempo después, tras dar a luz a su hijo Benito Vález y criarlo como madre soltera, en 1800, dio el salto a un orfanato.
No sería hasta 1803 cuando su vida dio un giro de 180º, año en el que tuvo lugar la mencionada misión. Una expedición liderada por el cirujano de la corte, Francisco Javier Balmis, y que tiene por objetivo erradicar la pandemia en América. Para ello, llevaron a 22 niños (uno de ellos el de Isabel) inoculados con el virus. Una medida que se llevó a cabo ante la imposibilidad de conservar la vacuna durante el viaje. Para ello, le pagó el mismo sueldo que al resto de compañeros. Algo impensable por aquel entonces. Su desembarco en Puerto Rico, así como su labor allí, fue un éxito, por lo que se repitió el mismo viaje tiempo después a Filipinas.
En 1809, Zendal y su hijo dejaron de viajar por el mundo y se instalaron en Puebla, México, hasta la fecha de su muerte, sin jamás regresar a España, entre otros muchos motivos, por el estigma de madre soltera.