08/03/2024
Vivimos en tiempos difíciles, tiempos en los que la paz y la seguridad que tanto valoramos se ven amenazadas. La guerra en Ucrania ha causado estragos y sufrimiento, y ha dejado a muchos preguntándose cuál es el camino a seguir.
Algunos argumentan que la respuesta es aumentar nuestro gasto militar, para fortalecer nuestras defensas y asegurar nuestra seguridad. Sin embargo, debemos recordar que la verdadera fuerza de Europa no reside en su poderío militar, sino en sus valores: la democracia, los derechos humanos, la justicia y la paz.
Aumentar el gasto militar no garantiza nuestra seguridad. Por el contrario, puede alimentar una carrera armamentista que sólo sirve para aumentar la tensión y el miedo. En lugar de invertir en armas, debemos invertir en diplomacia, en diálogo, en la construcción de puentes en lugar de muros.
La historia nos ha enseñado que las soluciones militares rara vez son duraderas. Las guerras pueden ganarse con armas, pero la paz sólo se gana con palabras, con negociación, con el respeto mutuo y el entendimiento.
Por eso, insto a todos los europeos a que rechacen la idea de incrementar el gasto militar. En lugar de eso, busquemos soluciones negociadas. Trabajemos juntos para resolver nuestros conflictos de manera pacífica, para construir una Europa más fuerte y más unida.
No olvidemos que la paz no es simplemente la ausencia de guerra. La paz es justicia, es libertad, es prosperidad para todos. Y esa es la Europa que todos queremos, la Europa que todos merecemos.