10/10/2025
¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO IR AL PSICÓLOGO?
El miedo a escuchar lo que no queremos oír, alguna mala experiencia o la falta de constancia son algunos de los motivos más frecuentes por lo que a las personas les cuesta ir al psicólogo.
Si te cuesta ir al psicólogo, te animo a preguntarte: ¿Cuántas ganas tengo de estar bien? Porque vivir con sufrimiento no es vivir, ni es lo que mereces.
No solo van a terapia quienes tienen problemas, porque problemas tiene todo el mundo. A terapia van quienes quieren solucionarlos. Pero… si en terapia se avanza y se mejora tanto, ¿por qué cuesta ir al psicólogo?
Para empezar, nos cuesta ir al psicólogo porque a veces no terminamos de reconocer nuestro malestar y verlo como un problema que debemos trabajar nosotros. Muchas veces vivimos con dolor y sufrimiento porque esperamos que sean la vida, o los demás, quienes cambien para mejorar nuestra situación, sin darnos cuenta de que los responsables de nuestro bienestar somos nosotros.
Una vez que ya sabemos que hay algo mal y que tenemos que hacer algo, nos cuesta ir al psicólogo porque tenemos miedo a escuchar lo que no queremos oír: que esa persona no va a cambiar, que nosotros estamos haciendo algo que nos perjudica, o que hay que hacer algunos cambios y esfuerzos para sanar.
Es igual que cuando el médico nos dice que para mejorar nuestra salud tenemos que cambiar la dieta, dejar de fumar o empezar a movernos. Sabemos que es mejor para nosotros, pero no queremos ni escucharlo.
Otro de los motivos por lo que nos cuesta ir al psicólogo es porque hemos tenido alguna mala experiencia, o hemos ido a terapia sin terminar el proceso, o pensamos que “cómo va a solucionarme el psicólogo los problemas”.
Sin embargo, ante estas dudas, es necesario saber que el psicólogo no va a solucionarnos los problemas, sino que va a darnos las herramientas para que podamos solucionarlos nosotros mismos. Además, nos va a acompañar en el proceso, arrojando luz sobre el camino y los cruces en nuestra vida, pero dejando que seamos nosotros quienes tomemos las decisiones, sin juzgarnos.
El psicólogo nos va a ayudar a ver toda la situación: lo que nos ocurre, cómo nosotros respondemos o reaccionamos ante ello, qué podemos hacer y cómo hacerlo para vivir con paz, en coherencia con nosotros mismos. Porque los problemas siempre van a aparecer, la cuestión es aprender a saber gestionarlos para seguir con nuestra vida.
Del mismo modo que vamos al dentista, al fisioterapeuta o al médico, el trabajo del psicólogo es ayudarnos a estar bien, ayudándonos a salir de la zona de confort, a enfrentarnos a nuestros miedos e inseguridades paso a paso. Nos ofrecen un espacio seguro donde poder conectar con nuestro verdadero malestar, un lugar no solo para desahogarnos, sino donde iniciar un proceso de crecimiento, superación y aprendizaje que nos ayude a estar bien.