
28/09/2025
No viviste la vida equivocada, amigo.
Tomaste decisiones, sí, las mejores que pudiste tomar en ese momento, las únicas opciones posibles para ti, decisiones sin elección que te llevaron, voluntaria o involuntariamente, al lugar donde estás ahora.
Quizás nunca tuviste opción.
Dijiste que sí, dijiste que no, dijiste que no cuando querías decir sí y sí cuando querías decir no.
Pero estas fueron las únicas respuestas que pudiste dar en ese momento, considerando lo que sabías, dónde estabas, lo que necesitabas; considerando tu genética y el trauma que aún no habías sanado, las revelaciones que aún no habías tenido, el camino que aún no habías recorrido hacia tu ser más profundo.
No viviste la vida equivocada.
Puedes mirar atrás y decir que viviste la vida equivocada.
Pero estos son solo pensamientos
y no viviste la vida equivocada.
Porque estás aquí. Tu respiración sube y baja, justo en el momento justo. El sol sale en el cielo y las hojas caen de los árboles.
Tu mente está llena de pensamientos que debes pensar ahora.
Tu cuerpo alberga los sentimientos que debes sentir ahora.
Sonidos que debes escuchar, anhelos que debes atender.
Arrepentimientos que debes iluminar, miedos a los que debes sonreír.
O no.
Y cada elección, cada oportunidad perdida, cada camino correcto que resultó ser el camino equivocado, cada puente quemado o conexión forjada, cada pérdida y cada ganancia, cada momento de duda, inacción, coraje, alegría, cada depresión y cada momento de éxtasis desenfrenado, te trajeron aquí.
Aquí. Ahora. Un nuevo comienzo.
Una nueva oportunidad para vivir. Para amar.
Para enmendar, o no.
Para reír o llorar del mundo y tu lugar en él.
Para caer de rodillas con asombro y humildad.
El cosmos no comete errores,
incluso cuando los comete. No viviste la vida equivocada, amigo,
porque la vida no te llevó a la vida equivocada.
- Jeff Foster-