Shakti Studio

10/01/2020

CAMBIOS
Se nos llena la boca de la palabra cambios y cada uno hacemos una interpretación. No voy a ser menos y voy con la mía.
Vivo en Alicante, hace un mes vivía en Torrelodones, donde he estado durante 19 años. He sido muy feliz allí, gran parte por las clases de yoga de Shakti Studio, por los maravillosos alumnos que he tenido. Ahora que voy como alumna en Alicante me doy cuenta de lo diferentes que eran nuestras clases.
Pero no me quedo en la nostalgia, sino en el agradecimiento Queridos alumnos, gracias por vuestra presencia, nada puede reemplazar esto. Ahora es una etapa abierta, no sé qué va a pasar, no sé qué voy a hacer, no se muchas cosas, solo que estoy aquí instalándome en una nueva ciudad, nueva dimensión y ya veremos que nos depara.
Aquí tenéis un pequeño espacio para quedaros si venís a Alicante. No olvidéis a vuestra vieja profesora…

01/11/2019

01/11/2019

TIEMPO DE CAMBIOS
Aunque nos aferremos a la ilusión de seguridad, la vida se mueve continuamente, no hay nada que permanezca estático excepto en nuestra mente que pierde el tiempo en la búsqueda de seguridades.
Pero hay momentos en que los cambios son más evidentes que no más importantes, porque mirando hacia atrás, cuántas veces hemos creído estar en un momento decisivo o crítico y luego, con el paso del tiempo la importancia se diluye.
Dejo Torrelodones y marcho hacia Alicante. En Julio ya cerré el estudio de yoga e hicimos una despedida emocionante de verdad. Ahora se acerca el momento de salir efectivamente de esta casa que ha sido vivienda, estudio de yoga y muchas otras cosas más.
Entre las experiencias que quedan atrás están los quince meses de asistencia al Centro Budista Kadampa de Majadahonda. El miércoles pasado me despedí, ahí tenéis alguna foto, me despedí de Sherab, el maestro, de la entrañable Tsulma, de Sonia, Rocío, Raquel, a todos los echaré de menos porque ha sido breve pero muy profundo. La suerte es que en Alicante hay un centro Kadampa donde continuar con las estupendas sesiones semanales de meditación.
¡Cuánto he aprendido en estos meses! Hacía ya más de 25 años que había entrado en contacto con el budismo, había leído bastante, acudido a meditar con el maestro Juan Manzanera, asistido a retiros de silencio… Sin embargo, el estilo kadampa tiene una pedagogía clara, directa y muy estructurada que me ha permitido reorganizar mis estudios budistas, que espero sigan en el tiempo.
Agradecimiento por el tiempo compartido y sobre todo a Silvina, gracias a cuyo empuje iniciamos ese camino juntas.

28/09/2019

Y VOLVEMOS A PASEAR EN SILENCIO
Un nuevo paseo por el Monte de los Ángeles, adentrándonos hacia el mirador de las rocas, donde se abre el macizo central en todo su esplendor.
En silencio… dando una oportunidad a nuestras conciencias sensoriales para que se explayen mirando, escuchando, oliendo, sintiendo… y la mente racional se oscurece, se aparta de primera línea.
El silencio compartido favorece el viaje interno, cada paso te aleja del ruido de la carretera pero te acerca a los sonidos de la vida que hay en cada instante.
Llegar… sentarse a mirar. La propuesta era contemplar descargando el acto de dejarse estar de todo lo que la mente añade a la experiencia. Se trata de darse cuenta de lo que hay ahí, en ese momento, sin cambiar el decorado.
En la India dicen que nuestra mente es como un mono, que va saltando de rama en rama y nunca se está quieta. Sin irnos tan lejos, tenemos una definición perfecta aquí en nuestro territorio. Enrica nos recuerda que Teresa de Jesús se refiere a la mente como “la loca de la casa”.
Puede parecer gracioso, pero es más bien patético que pasemos la mayor parte de nuestras vidas a merced de una “loca”. Por eso, necesitamos pararnos, detener el curso habitual de los acontecimientos, en silencio para disolver la confusión generada por el ruido interno y dejar que emerja la claridad, que es la verdadera naturaleza de nuestra mente.
Namaste

14/09/2019

LA GRAN CELEBRACIÓN DEL YOGA
Queridos alumnos y amigos:
Entre todos vosotros, cada uno a su manera, convertisteis la noche del jueves, 12 en una sucesión de momentos extraordinarios. Os agradezco de todo corazón vuestro entusiasmo, buena disposición, alegría y energía tan positiva, tan integradora, tan del espíritu que siempre quise imbuir en el espacio de yoga.
Y el mantra bailado al final, sencillamente conmovedor, lleno de la fuerza que las clases de Kundalini Yoga han imprimido todos estos años. Los niños de yoga en familia se sumaron porque con ellos hemos cantado y bailado mantras al final de las sesiones. Los “grandes” nos incorporamos también y yo me sentí especialmente agradecida porque hubierais puesto ese broche único a nuestra reunión.
Ellas, las familias con las que hemos compartido todo este curso de yoga en familia. Mi propósito fue plantar la semilla del yoga en cada uno de vuestros hijos para que a medida que crezcan vaya floreciendo al mismo tiempo que sus otras capacidades.
Los distintos grupos, cada uno con su idiosincrasia particular, habéis dejado vuestra huella única e imprescindible en cada sesión de yoga. Habéis venido a las sesiones con transparencia, mostrando lo que sois y dejándoos moldear. ¡Qué fácil ha sido ser vuestra profesora!
Habéis conseguido a lo largo de los años que de verdad sepa transmitir lo que siento y vivo del yoga. Cada propuesta, cada gesto ha salido de mi “experienciar” con vosotros. Por mucho que haya preparado las clases, cuando se iniciaba cada sesión se abría un espacio participativo en el que suceder que la clase fuera completamente distinta de lo que había pensado. Vosotras, habéis co-creado cada sesión y por eso, por vuestro “experienciar” hemos conseguido esa sinergia tan impresionante.
Me encantaría que siguierais explorando el mundo del yoga. Ahora con otros profesores y profesoras, para descubrir otros matices, otras facetas, para seguir avanzando y profundizando en esta disciplina, ya milenaria, pero que se actualiza cada vez que inicias una sesión.
Un abrazo

14/09/2019

13/09/2019

NO UNA PROFESORA O UN ALUMNO, MUCHAS PROFESORAS Y MUCHOS ALUMNOS EN CADA UNO DE NOSOTROS
En dieciocho años da tiempo para vivir algunas cosas. Comparado con la duración normal de una vida de 80 o 90 años no es tanto. Sin embargo, es suficiente para darnos cuenta del cambio continuo que experimentamos y que intelectualmente entendemos pero en la práctica nos resistimos cuanto podemos.
Llegué a Torrelodones en el año 2000 desde Pozuelo e inicié este espacio de yoga a los pocos meses. En el título hablo de muchos y no uno. Muchos porque aunque nos creamos que somos los de siempre y hablemos de “genio y figura…”, cambiamos continuamente. En este tiempo yo he sido distintos tipos de profesora. La que abre un estudio y empieza con 12 alumnos y CUATRO grupos… Empezando a indagar y experimentar en este inmenso mundo yóguico. La que empieza a consolidar grupos y estilos, probando continuamente cosas, a veces sin tener muy claro como acotar la vena creativa, algunas veces caótica. La época de cursos de formación contando luego con unos alumnos dispuestos a probar todo. La madurez donde la esencia del yoga se va imponiendo poco a poco y la vuelta a la simplicidad, a lo que el yoga es.
Y esto por no extenderme demasiado. Pero a vosotros alumnos os ha pasado lo mismo, habéis ido cambiando, momento a momento, a veces conscientemente y otras así, a las bravas, porque la vida no se detiene porque nos duela un pie o tenga uno una temporada baja. Y es fantástica esa riqueza que entre todos aportamos a la aventura de la vida. Las clases de yoga nos han dado esa oportunidad por un tiempo, precioso para mí y por vuestros testimonios, creo que preciosos para vosotros.
Sigamos escribiendo capítulos, viviéndolos en los escenarios que nos toque, aceptando lo que sea que la vida traiga, como dice el maestro de meditación Juan Manzanera, viviendo la vida con Apertura, Humildad, Lucidez y Compasión.
He incluido fotos mías de los primeros años y de estos últimos, así como una selección de vuestras fotos.
Nos vemos en el próximo paseo en silencio o cine en Babel. Os avisaré del día.
Namaste.

21/08/2019

HACIA OTROS HORIZONTES
Este ha sido el último curso de ShaktiStudio pero aunque me jubilo, el concepto no se pierde porque es una forma de entender y vivir el yoga que espero haya calado en todos vosotros. A partir de ahora os enriqueceréis con otros maestros y maestras de los que tendréis la oportunidad de aprender más y seguir creciendo.
Pronto nos reuniremos en una cena (12 de Septiembre) para compartir, para mirarnos a la cara y darnos cuenta de que hemos sido afortunados compartiendo este espacio yóguico. Y como todo en la vida es un proceso, hoy os coloco las fotos de la caña que nos tomamos ayer en Zeppelin las alumnas del turno de la mañana, menos Pati que estaba malita.
No faltéis a la cena del 12.
Namasté.

07/06/2019

YOGA EN FAMILIA SE DESPIDE ESTE CURSO HASTA DESPUÉS DEL VERANO…
Y lo hemos hecho reuniéndonos al aire libre, llenos de pajitas, eso sí, pero sin perder la capacidad de disfrutar de nuestro encuentro.
Estas sesiones han servido para que padres e hijos tuvieran la oportunidad de acercarse al mundo del yoga y poder comprobar, cómo les gusta a sus hijos.
Para el curso que viene habrá que dar un salto cualitativo importante, ir hacia unas sesiones donde se profundice en cada uno de los aspectos.
Pero eso será el año que viene, os dejo con un montón de fotos que hizo Silvia, la mamá de Carlos y Julia. Para que veáis qué bien lo pasaron.
Un abrazo a todos
Namasté
Isabel

04/06/2019

EL ESFUERZO: Camino en Hatha Yoga
Ves el resultado y puedes pensar que es sencillo para las que lo realizan. Pero lo que ves es un proceso de esfuerzo, y lo hermoso de la situación es que probando nuestra capacidad para mejorarnos en un aspecto, lo podemos trasladar a otros que nos cuestan más pero que tienen la misma dinámica.
Tanto en yoga como en meditación aprendemos el valor del esfuerzo y la práctica. No hay secretos ni magia, es nuestra capacidad de familiarizarnos con lo que nos hace bien.
Solo necesitamos tomar conciencia de lo que verdaderamente queremos y trazarnos un camino. Sin prisa, pero con la ilusión y confianza de que es posible.
Os he puesto varias fotos a lo largo del tiempo de las y los estupendos alumnos con los que tengo el placer de compartir este espacio de yoga.

21/11/2018

LAS CLASES DE YOGA COMO ESPACIO PERSONAL
Es curioso constatar que uno de los valores compartidos por las alumnas es la idea de “espacio personal” cuando se refieren a sus clases de yoga. Como un oasis en medio de la complejidad de la vida. La mayoría cuenta con poco “tiempo libre” tras el trabajo y otras diversas tareas en las que están involucradas. Se percibe una sensación de alienación personal, de frenesí y ansiedad en las actividades que se realizan.
Y llega la clase de yoga…
Lo interesante aquí es que además de todos los estiramientos estupendos de la mano de la respiración y otros beneficios de esta disciplina, “yoguifiquemos” la vida. Es decir, que ese espíritu de encuentro con uno mismo, de espacio, de bienestar, se traslade a cada cosa que hagas.
No se trata de hacer algo distinto a lo que estás haciendo sino aceptar que lo que es tu vida en este momento, lo has elegido tú, bien por acción u omisión y que lo que sucede es lo mejor que puede pasar. Por qué querer estar en otro sitio, si una vez allí tienes la misma inquietud interna sin solucionar.
En la clase de yoga nos paramos, tratamos de averiguar qué está pasando, cualquier detalle, por nimio que sea. Y lo mismo sucede en la vida cotidiana, poniendo conciencia y presencia en lo que tenemos delante y sobre todo, saber que es posible salir de la espiral de agobio y sufrimiento. Hay alternativa, la paz interior es el primer paso, el resto es disciplina y práctica.

28/10/2018

SILENCIO EN EL MONTE DE LOS ANGELES
CAMINAR, VER, SENTIR…
Estar en silencio es mucho más que tener la boca cerrada y no emitir sonidos audibles. Podemos estar callados pero nuestro ruido interno se oye a kilómetros. La propuesta ha sido caminar en silencio, cerrar los labios y abrir los ojos de ver, no solo la naturaleza hermosa que nos rodeaba, sino la naturaleza aún más bella que es la esencia de nuestro ser.
Observar nuestros pensamientos, fijarnos en cómo surgen y luego se desvanecen si no nos involucramos. Sin reaccionar ni enfadarse porque venga el siguiente pensamiento o recuerdo, viene uno, se va, llega otro, se va…
Sentarnos en esas rocas maravillosas de granito que dan personalidad a esta zona. Mirar, fijar la vista lejos, sacando la atención de nuestro ombligo y estar en lo verdaderamente importante, ese paseo, ese lugar, nada más.
Sandra y Maribel se atrevieron a acompañarme y ha sido un rato entrañable. Al hacer silencio hemos podido escucharnos después. Maribel contaba una historia de perdón y abandono del resentimiento y lo beneficioso que había sido. Escucharla nos hacía reflexionar sobre la empatía. Cuando tenemos un problema, solo vemos nuestra posición. Observamos apenas una parte de la situación y eso que se nos escapa es precisamente lo que nos ayudaría a solucionarlo.
Ponernos en el lugar del otro… No es fácil, pero merece la pena.
Sandra nos hablaba del cambio, del contraste con la evolución de amigos de muchos años… Cómo compatibilizar el respeto y el afecto con la certeza de que tienes que aceptar las rupturas. Ser valiente y aceptar la soledad… Aprender a soltar nos enseña que no hay nada permanente, lo que en un momento fue importante, en otro deja de serlo. No hay que sentir culpabilidad…
Primero estuvimos en silencio, limpiando, soltando, abriendo nuestra mirada y luego pudimos escucharnos de verdad. Gracias Maribel, gracias Sandra. Espero que en el próximo paseo otros y otras os animéis a compartir algo tan sencillo como una caminata por el campo. Tampoco se pretende nada especial.