UNIVERSO VIBRATORIO CON CUENCOS DEL HIMALAYA
El poder sanador del sonido ha sido una parte integral de la civilización humana durante miles de años. Vivimos en un Universo Vibratorio. Todo lo que sentimos, vemos y tocamos es energía pura, partículas vibrando de acuerdo con las leyes de la creación.
El principio básico de la sanación del sonido es el concepto de resonancia (la frecuencia vibratoria de un objeto.) Todo el Universo está en un estado de vibración. Esto incluye a los seres humanos. Cada órgano, célula, hueso, tejido y líquido del cuerpo, y los campos electromagnéticos que rodean el cuerpo, tiene una frecuencia vibratoria saludable. Si no estamos resonando con alguna parte de nosotros mismos o de nuestro entorno, nos volvemos disonantes y por lo tanto insalubres, nuestra frecuencia naturalmente saludable se convierte en una frecuencia que vibra sin armonía, creando malestar y enfermedad.
En la sesión con cuencos tibetanos los músculos se relajan y se estimula la circulación sanguínea y el flujo linfático.
En el proceso de relajación mejora la respiración, los latidos del corazón, el pulso, la resistencia de la piel, la presión arterial, el sistema digestivo y regula el metabolismo, entre otros beneficios que se pueden llegar a experimentar.