16/12/2025
Este post nace desde un lugar reflexivo, espero que algo de aquí te encuentre.
Ser venezolano significa que diciembre suele ser un mes especial. Pero no quiero hablar de eso. Quiero hablar de cómo la hallaca pertenece a un significado cultural que nos reúne de tanto en tanto, en familia (o no) alrededor de algo que nos recuerda quiénes somos. La hallaca como símbolo de nuestra identidad.
Y aquí estoy yo, pensando en el hecho de que mientras haya un venezolano en cualquier parte del mundo haciendo hallacas, hay un venezolano que se resiste al olvido. Que se resiste a ignorar que pertenece a algo.
Querida Hallaca:
Gracias por invitarme a pensarte como una forma de conectar con lo que siempre llamo: El Fuego de Hestia. Sé que comencé odiándote a muerte. Pensé que tu sazón, podría pertenecer a la región llanera de mis abuelos, pero qué va, te conocí siendo "caraqueñita", y he de decir que todos esos adornos me espantaban. Luego me acerqué a comer la masita. Bien ahí abuela, por enseñar la receta tradicional que tus hijos y ahora nietos replicamos.
Pasé un tiempo encontrándote en hogares que no eran el mío. Los abuelos murieron. La casa se dispersó en diversos lugares del mundo. Mamá, papá, hermano y yo comenzamos a crearte. Con mis trucos aprendidos de otros hogares, integré los sabores de mi núcleo. Pasé de limpiar hojas a picar aliños, armar y amarrar.
Pero no fue hasta que me hallé muy lejos de casa, que decidí volverme a encontrar contigo. Ahí te volví a crear. Una hallaca de la región central del país coqueteaba con los sabores orientales de Venezuela. La hallaca que me hizo crecer. Lamento mucho haber borrado todo vestigio de lo que fuiste. Me doliste mucho. Me recordabas todas mis pérdidas, y desde entonces, no me he vuelto a acercar a ti.
Ahora que puedo pensarte, sé que volveré a crearte. Porque en mí, habita la fuerza de toda una cadena de producción. La fuerza entera de UNA FAMILIA. Siempre fue así.
Querida Hallaca, al final del día comprendí que somos iguales.
Gracias por recordarme quien soy.
Sara Lucía Matos.