23/12/2025
Consumo de por niños y adolescentes. La cultura de la pornografía y su normalización pueden llevarnos a pasar por alto el importante impacto que tiene en los menores, especialmente a una edad en la que su sexualidad aún no está desarrollada, dejándolos sin las herramientas necesarias para decodificar la erotización de la violencia.
El aprendizaje social es crucial para comprender los comportamientos y síntomas que pueden surgir en los menores. Sin embargo, lo que resulta aún más preocupante es que estos síntomas pueden reflejar una sexualidad traumatizada que, en un intento desesperado de integración, recurre a respuestas de supervivencia postraumáticas. Esta realidad complicaría el tratamiento de los menores afectados, ya que sus síntomas podrían no ser simplemente el resultado de comportamientos aprendidos o condicionamiento, sino más bien derivar de una desintegración traumática de su sistema sexual.
UNICEF ha emitido recomendaciones claras al respecto: «El contenido pornográfico puede perjudicar a los niños. La exposición a la pornografía a una edad temprana puede provocar problemas de salud mental, sexismo y cosificación, violencia sexual y otras consecuencias negativas. Entre otros riesgos, cuando los niños ven pornografía que retrata actos abusivos y misóginos, pueden llegar a considerar dicho comportamiento normal y aceptable».
Los estudios destacan que la comunicación abierta y directa entre padres e hijos reduce las actitudes positivas hacia la pornografía. Según Rasmussen et al. esta reducción se asocia con un menor consumo durante la adolescencia y la edad adulta, lo que contribuye a un desarrollo más saludable del sistema sexual.
Es fundamental destacar que las reacciones traumáticas derivadas del consumo de pornografía en menores pueden variar según el contexto, la edad, el tipo de contenido, el modo de exposición y las características individuales del niño o adolescente. Estas reacciones son aún más probables cuando el material incluye contenido violento, degradante o erotizado coercitivamente. Por lo tanto, es necesario definir, como en todos los tipos de trauma infantil, las características de los factores de riesgo que hacen que un niño sea más vulnerable a sufrir estrés postraumático por el consumo de pornografía, los distintos grados de susceptibilidad de los menores, así como los factores de protección.
Pero lo más importante es la necesidad de establecer e implementar una legislación eficaz para regularlo. Si bien muchas jurisdicciones han restringido con éxito el acceso de los niños a contenidos pornográficos en medios no digitales, los esfuerzos por lograr restricciones similares en el entorno digital han resultado ineficaces.
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Parallels may exist between consequences of underage po*******hy use and the post-traumatic symptoms of child sexual abuse. Could po*******hy alter child and...