30/10/2025
¿Qué países lideran la atención al TEA?
El TEA depende en gran medida del entorno social, educativo y sanitario que la rodea. Algunos países han avanzado más que otros en construir entornos inclusivos y posibles gracias a inversiones económicas de calidad con apoyos y becas escolares.
🇺🇸 Estados Unidos
Lidera en investigación, diagnóstico temprano y terapias basadas en evidencia. Su red de universidades y centros especializados impulsa intervenciones conductuales, del lenguaje y de integración sensorial. No obstante, persiste la desigualdad en el acceso: los costos y la cobertura dependen del estado y del nivel socioeconómico.
🇸🇪 Suecia
Considerado uno de los países más “autismo-amigables”, promueve políticas centradas en la inclusión y la comprensión del neurodesarrollo. Su sistema educativo favorece la participación activa y la adaptación del entorno antes que la “corrección del individuo”. La atención es multidisciplinaria y orientada a la autonomía y bienestar.
🇨🇦 Canadá
Destaca por su enfoque comunitario. Las provincias ofrecen apoyo psicológico, médico y educativo con énfasis en la equidad y el respeto. El sistema promueve la autodeterminación y la inclusión social como parte del desarrollo humano, no como una concesión asistencial.
🇦🇺 Australia
Ha consolidado un modelo sólido de atención gracias al National Disability Insurance Scheme (NDIS), que permite a las familias financiar terapias y apoyos personalizados. Su mirada combina evidencia científica, acompañamiento continuo y un compromiso estatal con la accesibilidad.
Hay otros países maravillosos muy implicados en la educación y bienestar de los trastornos del neurodesarrollo como es en el TEA. Por ejemplo, la educación islandesa, hace hincapié en la educación inclusiva, centrándose en la creación de planes educativos individualizados y ofreciendo métodos de enseñanza especializados, apoyo de profesores especialistas y colaboración con las familias. Tras el diagnóstico, también se ofrece terapia financiada por el gobierno, como el ABA e igualmente, lo hace Finlandia, que ofrece también un modelo de apoyo en tres niveles (general, intensificado y especial) que habiendo valoraciones y diagnósticos muy precoces permiten decidir cuál será el grupo escolar adecuado para el niño valorado.
Más allá de los rankings:
El liderazgo real no se mide solo en leyes o recursos, sino en cómo una sociedad comprende las dificultades y necesidades en los niños con diagnósticos en neurodesarrollo. Los países más avanzados buscan entender y adaptarse a cada niño y diagnóstico.
América Latina avanza con paso firme: crece el número de profesionales, familias y movimientos que promueven una mirada neurofuncional y respetuosa de la diferencia.
El desafío es que los sistemas educativos, judiciales y de salud asuman el autismo no como una discapacidad, sino como una forma legítima de existencia dentro de la diversidad humana.
Denise Medici