26/03/2020
Viktor Frankl, psiquiatra austriaco, publicó en 1945 «El hombre en busca de sentido», donde narra su experiencia como prisionero en los campos de concentración n**i.
Frankl explicaba en su libro que no hay nada peor que percibir que nuestro sufrimiento no sirve de nada, que el dolor no es más que el eco de la desesperanza.
Ahora bien, si somos capaces de encontrar un propósito, el sufrimiento no solo podrá soportarse, sino que se convertirá en todo un desafío.
A veces la vida no es justa. En ocasiones nos esforzamos hasta la extenuación, invertimos tiempo, energía, emociones y un pedazo de nuestro propio corazón… y sin embargo, el destino nos trae un irónico revés y todo esfuerzo, todo sueño queda desintegrado. Venirse abajo en estos casos es más que lógico y comprensible. Ahora bien, cuando esto ocurra tenemos dos opciones:
La primera, asumir que no podemos cambiar lo que nos ocurre, que somos prisioneros de las circunstancias y que no hay nada que hacer.
La segunda opción (y la recomendable) es aceptar que, efectivamente, no podemos cambiar lo que nos ha ocurrido, pero sí podemos cambiar nuestra actitud hacia dichas circunstancias.
Por tanto, podemos ser capaces de aplicar una actitud más resiliente y positiva para poder así hallar un sentido de la vida más esperanzador, más elevado.
Todo esto llevado a las circunstancias actuales, nos invita a encontrar un sentido, el que cada uno sienta (porque esto no se piensa, se siente) que nos ayude a sobrellevar estas semanas en las que estamos inmersos y nos quedan por delante.
Por cierto, es totalmente normal en la fase de confinamiento que nos encontramos, que empecemos a sentirnos un poco más apáticos y desmoralizados en general (seguro que alguno de vosotros ya lo habréis notado). Después del susto y la conmoción inicial viene una segunda fase de adaptación en la que este tipo de sentimientos se pueden dar, y está bien que afloren y lo permitamos. Ante todo amabilidad con nosotros mismos y autocuidado. Esto ahora es lo más importante sobre todo lo demás.
Sigo por aquí para lo que podáis necesitar.
(Por cierto, si a alguien le interesa el libro de Frankl que me lo diga y se lo hago llegar en PDF).
Abrazos!