09/06/2014
Rejuvecimiento cutáneo por Plasma rico en plaquetas -PRP
con PLASMA AUTOLOGO RICO EN FACTORES DE CRECIMIENTO
INTRODUCCION
Recientemente la OMS ha definido el envejecimiento activo como el proceso "por el cual se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez". Nos interesa particularmente resaltar esta cuestión de la optimización, que va a resultar el eje fundamental de nuestros planteamientos.
Ello sucede en un entorno en el que existe un particular interés por las cuestiones relativas a la belleza y a la propia imagen, incluso redefiniendo algunos de los patrones clásicos (arquetipos), y dando un especial protagonismo a la piel.
ENVEJECIMIENTO CUTANEO
Es bien sabido que el envejecimiento cutáneo se produce por degradación celular, degradación de la matriz intercelular, disminución de la vascularización, disfunción de los anejos cutáneos, atrofia grasa, atrofia o relajación muscular y contracción muscular repetitiva.
Estando en ello implicados unos factores fundamentales, el paso inexorable del tiempo y la genética, a través de un conjunto de mecanismos moleculares y celulares que son propios del envejecimiento en general.
También sabemos que existen una serie de factores concurrentes, pudiendo destacar: la exposición solar, las enfermedades (generales y/o cutáneas), la situación hormonal, la nutrición, la evolución del peso (sobre todo las grandes variaciones en poco tiempo), las medicaciones, los hábitos tóxicos y los cuidados cosméticos.
Consecuentemente, y con la lógica variabilidad individual, aparecen unos signos muy aparentes del envejecimiento, las arrugas, las manchas y la flaccidez; y unos estigmas generales, menos aparentes uno a uno, respecto del aspecto, la textura, el tacto, el tono, el color, el brillo, la luminosidad, etc., pero que globalmente si que son determinantes.
TRATAMIENTOS
Frente al envejecimiento cutáneo, como probablemente frente a cualquier inestetismos, nos planteamos cuatro grandes grupos de tratamientos: los preventivos, los restitutivos, los curativos y los paliativos.
Aquí nos ocuparemos de los tratamientos restitutivos, y los definiremos como un conjunto de procedimientos que pretenden restablecer (a la normalidad) el metabolismo y el funcionalismo cutáneos. Y el más importante de los tratamientos restitutivos es la bioestimulación con plasma rico en plaquetas (PRP) que contiene gran cantidad de factores de crecimiento..
Otros tratamientos restitutivos son ciertos peelings, la toxina botulínica, etc.
PLASMA RICO EN PLAQUETAS - PRP
La bioestimulación con plasma rico en plaquetas (PRP) es un conjunto de procedimientos para la activación biológica de las funciones anabólicas del fibroblasto, fundamentalmente la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico.
La activación conveniente del fibroblasto la producen unas proteínas conocidas como factores de crecimiento (GF), que pertenecen al grupo de las citoquinas; se unen a los receptores de membrana para activar (o inhibir) las funciones celulares, determinando regeneración o desarrollo celular específico del tejido en el que se ubican. Son mediadores biológicos que regulan funciones esenciales en la regeneración y reparación tisular: atraen las células necesarias al lugar adecuado, estimulan su proliferación y funcionalidad, determinan actividad vascular, etc. Resultando evidente en ellos una actividad terapéutica que debemos y podemos utilizar.
Los pueden producir y almacenar múltiples células y tejidos: plaquetas, fibroblastos, glándulas salivares y lagrimales, etc.
Resultando que las plaquetas son relativamente fáciles de obtener, y que además transportan otras proteínas útiles en la regeneración y reparación tisular, hemos centrado nuestro interés en ellas.
EL TRATAMIENTO
Las plaquetas son relativamente fáciles de obtener y mediante su adecuada manipulación pueden constituir una fuente importante de esos mencionados factores de crecimiento.
Así pues, una parte del tratamiento consiste en obtener una pequeña muestra de sangre, prepararla para disponer de un plasma rico en plaquetas y reinyectarlo, en forma de microinyecciones, muy superficialmente por debajo de la piel del propio paciente.
La inyección se realiza con jeringa y aguja de muy pequeño calibre, resultando prácticamente indolora. Se puede utilizar anestesia tópica (una solución anestésica que se aplica 20 ó 30 minutos antes), o simplemente analgesia con frío (cubitos o los llamados “cold packs”).
También se inyecta en la piel una solución de aminoácidos y coenzimas biológicos que son los precursores naturales para que el fibroblasto sintetice colágeno, elastina y ácido hialurónico, los elementos estructurales esenciales de la piel.
Al final de cada sesión, se pueden aplicar mascarillas dermocosméticas refrigerantes o descongestivas, para contrarrestar el enrojecimiento y las molestias ocasionadas por las microinyecciones.
TRATAMIENTOS COMPLEMENTARIOS
El protocolo es específico para cada paciente en función del grado de envejecimiento y de las características de su piel.
El tratamiento con las microinyecciones de factores de crecimiento debe realizarse dos veces al año; asociando en cada ocasión varias sesiones de inyecciones de precursores.
Cabe recurrir a la microdermoabrasión suave controlada para favorecer una exfoliación de la capa córnea y una estimulación de las capas subyacentes. Algunos sistemas de diseño permiten combinar sesiones de dermoabrasión en el Centro Médico, y una continuidad que realiza el paciente en su propio domicilio, con los productos y los equipos (de manejo sencillo) que se le pueden proporcionar.
Resulta fundamental realizar varias sesiones de hipertermia local. No se trata de aplicar calor, sino de generar una elevación de la temperatura, que no sobrepase los 37º C, en los tejidos que se desea tratar; esta temperatura determina una máxima velocidad de las reacciones biológicas, en ausencia de riesgos colaterales.
Es muy importante asociar un tratamiento farmacológico oral, con antioxidantes y con el conjunto de precursores (aminoácidos y otros sustratos), que aseguren la disponibilidad necesaria para la síntesis de colágeno, la elastina y el ácido hialurónico.
Asimismo se instaura un tratamiento dermocosmético básico y, si fuera preciso, uno específico.