Alejandro Pereira Psicología

Alejandro Pereira Psicología Información de contacto, mapa y direcciones, formulario de contacto, horario de apertura, servicios, puntuaciones, fotos, videos y anuncios de Alejandro Pereira Psicología, Psicólogo, Calle Triador, 25, Valencia.

Hoy, día 10 de Octubre, como cada año desde 1992, se celebra el día internacional de la Salud Mental. Un día especial pa...
10/10/2024

Hoy, día 10 de Octubre, como cada año desde 1992, se celebra el día internacional de la Salud Mental.
Un día especial para todos aquellos que nos dedicamos activamente a la mejora de la salud mental de nuestra sociedad.

Quiero aprovechar para dejarte una experiencia personal sobre cómo dedicar tu día a día a la Salud Mental, tiene un impacto en la vida de las personas.

Experiencias como esta, son las que cada día me impulsan a levantarme y tomar acción.

Allá voy.

La primera vez que en sesión, una persona me transmitió que quería dejar de sufrir y que estaba pensando la mejor forma de quitarse la vida, se me cayó el mundo encima. Solo tenía 25 años, llevaba pocos años ejerciendo y nadie me había dicho que hacer en ese momento.
Mi cara estaba desencajada, y traté de actuar con naturalidad. Esto, posteriormente aprendí que era la forma correcta de actuar. Si perciben que el profesional se asusta, genera un impacto negativo.
Ten en cuenta que era la primera sesión, no conocía a esta persona todavía.
Decidí levantarme y sentarme a su lado.

Traté de entender que le llevaba plantearse esta decisión y le trasladé que no había prisa. Cancelé la agenda y pudimos estar el tiempo que necesitó.

Evalué durante la sesión y traté de convencerle de poder avisar a una persona de su red de apoyo para que pudiera estar junto a él hasta que nos volviéramos a ver.

Llegamos a un acuerdo de vernos a los 3 días.

Volvió.

3 días en los que pensé en él continuamente y aunque teníamos línea abierta telefónica, dudé de si vendría.
Hoy tiene el alta terapéutica y lo veo cada 2 meses de forma ambulatoria.

Experiencias como las vividas con M. son las que refuerzan que nada es en vano. Que, pese a trabajar con las partes más oscuras de la vida de una persona, la huella que dejas en la vida de una persona, puede ser la huella que necesite para continuar.

Queda mucho por avanzar pero con el propósito firme de seguir ayudando a que la salud mental de nuestro país mejore, no descansaremos hasta llevar a cabo, las que consideramos, las mejores soluciones.

Gracias a todos los que compartís propósito, aunque a veces lo dudéis, tenéis el trabajo de mayor impacto del mundo.

Os presento a Lucrecia y quiero contaros mi historia con ella. Una historia fruto de una bonita coincidencia. Lucrecia e...
06/08/2022

Os presento a Lucrecia y quiero contaros mi historia con ella. Una historia fruto de una bonita coincidencia.

Lucrecia es una de las personas que me lee siempre. Lo sabía, pero lo pude comprobar cuando la conocí.

Ella es de Valcarlos, un pueblito navarro precioso fronterizo con Francia donde empieza el Camino de Santiago.

Hace un año Lucrecia le mandó un mensaje a mi padre porque mi padre estuvo viviendo alli hace 35 años preguntandole:

- “¿Alejandro Pereira Psicología es tu hijo?”

Mi padre bien orgulloso le dijo que sí.

Al comentármelo, le dije que tendríamos que ir a verla y conocer el pueblo.

Y así fue, un año después nos fuimos a Valcarlos.

Estuve en sus fiestas, conocimos sus costumbres, su amabilidad, sus paisajes y hasta el vino Psi, haciendo honor a la psicología ❤️

Lucrecia me encantó, una mujer profunda, valiente, emprendedora y enamorada de su tierra.

Nos hospedó en sus apartamentos Mendiola, que recomiendo sin ninguna duda.

La vida está llena de personas increibles a las que escuchar. Gracias por todo, fueron unos días increibles.

Volveremos

Este finde fue especial. Fue mi bautismo de buceo, con su bombona, sus aletas y su neopreno bien ajustado. Y me di cuent...
23/08/2021

Este finde fue especial. Fue mi bautismo de buceo, con su bombona, sus aletas y su neopreno bien ajustado.
Y me di cuenta de que no hay nada como la primera vez. Sea para lo que sea.

Es especial.

Única.

Tan especial y única que hubo alguien que nunca se quiere perder estas primeras ocasiones y allí estaba:

La ANSIEDAD.

Camino hacia Jávea, donde lo hice, ya me iba dando cuenta de que la tarde iba a ser movidita. Mi cerebro cagón y en especial la amígdala, que es la zona del cerebro que se encarga de las respuestas de miedo y supervivencia, se iban encargando de mandarme mensajes del tipo:
–“¿Y si te quedas sin oxígeno?”
–“¿Y si te agobias bajo y quieres subir?”
–“Si tienen que explicarte tanta cosa antes de empezar es que es realmente peligroso”.
–“¿Qué necesidad tienes de hacer esto Alejandro? Quédate en la piscina tranquilito”
–(...)

Todo esto, gracias a saber cómo funciona nuestra querida ansiedad, no me hacía detenerme. Tenía en cuenta que lo peor que podía hacer era dar media vuelta. Así que seguí. Mi cabeza me pedía que soltara una mentira y evitara la situación. Con un “me encuentro mal” bastaría, pero yo seguía adelante.
Todo esto acabó.

¿Cuándo?

Cuando acaba siempre. Cuando me encontraba debajo del agua viendo estrellas de mar.
Ahí mi cerebro no le queda más remedio que cambiar de discurso. Todo lo que me decía que iba a pasar, no estaba pasando. Estaba agusto, disfrutando, tranquilo. Estaba 👌🏻, como hacen en el buceo.

En multitud de ocasiones os he hablado de la importancia de no aferrarse a las cosas. Siempre he dicho que tan important...
19/08/2021

En multitud de ocasiones os he hablado de la importancia de no aferrarse a las cosas. Siempre he dicho que tan importante es recibir y hacer nuestro aquello que la vida nos da, como saber soltar y dejar ir cuando la vida así lo desee.

Con las personas nos sucede lo mismo.

La vida nos pone delante a personas que nos encantaría que estuvieran toda la vida. Esto es algo maravilloso cuando ocurre. Y, ¡qué gusto da cuando pasa!

Pero no nos vamos a engañar: no pasa siempre, y menos en las relaciones.

Porque ten en cuenta que los “para toda la vida” se construyen de muchos “día a día” y en esos día a día, las personas con las que estamos cambian, tienen otros intereses y otras inquietudes. Hasta que llega el día en el que ya no formamos parte de ese “para siempre” en la mente de esa persona.

Y esto jode, porque encima para nosotros sigue siendo “para siempre”.

Y entonces, nos jode más todavía.

Pero esto pasa. Y si pasa, hay que dejar que pase.
Aferrarnos y no soltar a esa persona solo nos hará más daño a nosotros, a la relación y a la otra persona. Que si realmente queremos a esa persona, y lo que quiere es irse, tendremos que dejarle ir porque eso también es quererla.
Porque en las relaciones no podemos retener en contra de su voluntad a nadie, ya que perderíamos el primer punto por el que una relación es sana:

LA LIBERTAD DE ELEGIRNOS TODOS LOS DÍAS.

Aferrarse a alguien es sinónimo de depender y cuando esta persona quiere nuestro bien, la dependencia no será tan negativa, pero si esa persona aprovecha esta dependencia, entonces, nos encontraremos en una relación tóxica.

Siempre hemos dicho, e incluso nos han podido decir, aquello de “¡te quiero mucho!”. Nos encanta cuando nos dicen esto y...
17/08/2021

Siempre hemos dicho, e incluso nos han podido decir, aquello de “¡te quiero mucho!”. Nos encanta cuando nos dicen esto y la verdad es que cómo no nos va a gustar… A todos nos resulta agradable que nos quieran y si es mucho, pues mejor.
Pero hay personas que nos pueden querer mucho pero que, quizá, no nos quieran bien y esto nos pasa a menudo. Ojo, porque también nos puede pasar a nosotrxs con los demás.

Hoy te cuento esto porque me parece importante que revises tus relaciones, no solo las de pareja en el caso de que la tengas.

Mira, para mí, querer mucho es positivo mientras no implique posesión, mientras no implique necesidad.
Por eso a mí, en cambio, siempre me gusta hablar de querer bien, de querer sano, de querer con autonomía.
Pero claro, querer bien y querer mucho es compatible. No voy a ser yo el que te diga que no tienes que querer mucho... De hecho, ¡es la bomba!

Pero recuerda: siempre en ese orden. Primero bien, luego mucho.
Porque prefiero que me quieras bien, que no mucho y mal…

Continuamente me encuentro un rechazo a la aceptación. ¿puede ser que aceptarnos nos de miedo? Yo creo que sí, al menos ...
12/08/2021

Continuamente me encuentro un rechazo a la aceptación. ¿puede ser que aceptarnos nos de miedo?

Yo creo que sí, al menos en ocasiones.

Esto tiene que ver con el continuo afán de mejorar, de competir, de tener más y ser mejor. No mejorar por mí, sino para estar por encima de otros.
Por eso nos da miedo aceptarnos, creemos que de esta forma nos vamos a quedar parados, nos van adelantar por la derecha y esto nos aterroriza.

Trabajar en la aceptación hace que nos desviemos de esa carretera que solo nos lleva a la insuficiencia y a la infelicidad.
Valora todo lo que has hecho, sin compararte con los demás.
Valora el esfuerzo que te supone cada día.
Valora como has llegado hasta aquí. Si estás aquí hoy, es que hay muchas cosas que has hecho bien.
Valora(te), porque si no lo haces tú, no esperes a que nadie lo haga nunca.

He estado de vacaciones. Sí, aunque esta vez no lo dijera así ha sido. He estado en la costa de Huelva y Cádiz. Ha sido ...
10/08/2021

He estado de vacaciones. Sí, aunque esta vez no lo dijera así ha sido.
He estado en la costa de Huelva y Cádiz. Ha sido un viaje fantástico. He sido muy feliz. He estado un poco desaparecido, pero no ha tenido nada de malo: ha sido buscado.
No lo tenía pensado y la verdad es que tenía en mente todo lo contrario hasta que el segundo día pasó algo...

Esto te lo escribo a ti por si todavía no te has ido de vacaciones y te encuentras en la misma situación que yo.

La cuestión es que esta vez me fui de vacaciones teniendo cosas pendientes por hacer, no para entregar la semana de vacaciones pero sí a la vuelta. En varios momentos venían pensamientos del tipo:
-“Ahora que tienes tiempo aprovecha y avanza”
-“Haz algún post para subir estos días”.
-“Haz historias guays, que estás en sitios muy chulos”.
-“Estás sin hacer nada, ¿por qué no coges el portátil?”.
A lo que posteriormente se sumaba un reproche del tipo: “¿para qué coges vacaciones si luego no desconectas?”

Y así era mi diálogo interno, del que tanto os hablo, ese día ☹️.
Esto, que lo había escuchado en varias ocasiones, no me había ocurrido nunca. Y es que hay veces que el exceso de querer ser productivos nos atrapa. Quizá forme parte de la sociedad actual: “tanto produces, tanto vales”. Pero no había caído nunca en ello.
¿Cuál fue mi solución?
Tomar la actitud contraria. Apagar el móvil hasta el domingo, alejarme de los dispositivos.
Lo que viene siendo ser libre, disfrutar, conectar y estar presente.
Me funcionó. No te digo que lo hagas, quizá no lo necesites, pero si lo necesitas, no dudes en hacerlo.

Qué liberación ¿no?En el libro que hace poquito os comenté, Kindfullness, se formula esta cuestión y posteriormente escr...
09/08/2021

Qué liberación ¿no?

En el libro que hace poquito os comenté, Kindfullness, se formula esta cuestión y posteriormente escribe:

“Piensa en todo lo que haces o en todo lo que aguantas para llegar a ser la persona que te gustaría ser. Y ahora, imagínate que te pudiera gustar la persona que ya eres. ¿No sería eso una liberación? ¿No te permitiría eso realizar tus elecciones vitales con libertad?”

En ese momento me surgió la pregunta: ¿qué puede haber más liberador que estar en paz con uno mismo?
Queriendo mejorar, vale, pero bajo el yugo de la exigencia, NO.

Este para mí es el punto clave de la aceptación. Cuando trabajamos la aceptación, la gente tiene miedo de convertirse en conformista. Aceptar no es echarse a la bartola como decimos popularmente. Pero echarse a la bartola, de vez en cuando, también forma parte de la vida.
Aceptar y mejorar van de la mano. Sin duda, sin aceptación no hay una mejora saludable.
Por eso nunca tomes tus decisiones para llegar a gustarte, para llegar a aceptarte. El foco lo estás situando en el punto erróneo. Empieza por aceptar lo que ya eres hoy y, entonces, lánzate a mejorar (o no) lo que ya eres. La decisión es tuya, pero hazlo siempre desde aceptar lo que hoy eres, no lo que mañana te gustaría ser.

En terapia, cuando me encuentro con personas con las que intuyo que la relación consigo mismas no está pasando por un bu...
04/08/2021

En terapia, cuando me encuentro con personas con las que intuyo que la relación consigo mismas no está pasando por un buen momento o incluso nunca han tenido esa buena relación de la que siempre hablo, les hago una serie de preguntas para que lleguen a sus propias conclusiones:
¿Qué pasa cuando te miras al espejo?
¿Qué ves? ¿aguantas la mirada o pasas rápido por encima?
¿Hay zonas a las que no diriges la mirada?
¿qué cosas te estás diciendo mientras te miras?
¿Eres más crítica con algunas zonas que con otras?
¿Coincide que eres más crítica con las zonas que menos te gustan de ti?
¿Cómo te sientes cuando haces esto?
(…)

Justo donde quiero llegar en ese momento y, donde me gustaría que tú llegaras hoy, es a darte cuenta de la importancia que tiene un simple acto como no mirar una zona determinada de nuestros cuerpo. Sé que no te gusta, te entiendo. De hecho a nadie nos gusta todo de uno mismo, pero ten en cuenta que rechazarlo no hará que desaparezca. Esto no ocurre, por desgracia. Fíjate en cómo pasa todo lo contrario y es esa parte la que va cogiendo todo el protagonismo que no quieres que tenga. Este simple acto que parece que no tenga maldad alguna, hace que la relación contigo empeore. Por eso te invito a que poco a poco aguantes la mirada, suavices tus palabras y seas más cariñosa/o contigo. Ten en cuenta que la única relación que sabemos que dura para siempre es la que tenemos con nosotros/as mismos/as.

‼️Esta publicación no va dirigida solamente a los hombres, va para el público en general.En la anterior publicación estu...
29/07/2021

‼️Esta publicación no va dirigida solamente a los hombres, va para el público en general.

En la anterior publicación estuvimos viendo las alarmas que nos pueden ayudar a reconocer relaciones de dependencia. Cuando hablamos de relaciones no hablamos de mujeres dependientes solamente. Entonces, ¿por qué siempre que hablamos de dependencia hacemos referencia a las mujeres?

En mi opinión, reducir la dependencia emocional a las mujeres es un error por dos motivos:

1- Hace a las mujeres sentirse peor, más vulnerables, haciéndoles creer que solamente ellas pueden tener este problema.
2- Conlleva que los hombres no pidan ayuda y no reconozcan este problema en ellos porque es de “mujeres”.

Quizá, la diferencia más significativa para mí son las estrategias que los hombres podemos llegar utilizar para esconder o disimular que, en el fondo, estamos cagados de miedo de que nos dejen. Que también tenemos miedo a estar solos y que el discurso de “yo puedo con todo y nada me afecta” ya no se lo cree nadie.
A los hombres, de serie, nunca se nos ha dado muy bien reconocer nuestros miedos o hablar de nuestros sentimientos. Quizá por estilos de crianza, experiencias o entornos en los que nos desenvolvemos.
La cuestión es que para los hombres es mucho más fácil y está más validado socialmente entre ellos que puedan utilizar otro tipo de conductas, que pueden acabar siendo más dañinas, como las de control o de celos, así como utilizar el enfado o la ira para tapar lo que realmente está ocurriendo.
Tener miedo y ser mujer está bien
Tener miedo y ser hombre está bien.
Comunicar tus sentimientos y ser mujer está bien.
Comunicar tus sentimientos y ser hombre está bien.
No hay tanta diferencia. Si ellas han aprendido a hacerlo, nosotros también podemos.

Esta semana quiero hablaros sobre la dependencia emocional o dependencia afectiva, pero para ello, antes de nada, vamos ...
26/07/2021

Esta semana quiero hablaros sobre la dependencia emocional o dependencia afectiva, pero para ello, antes de nada, vamos a dejar claro qué es la dependencia emocional.
Si te gusta leer y escuchar contenido relacionado con la psicología, habrás escuchado este concepto en muchas ocasiones. Pero, como ya sabes, muchas personas, psicólogos o no, hablando sobre un concepto de forma excesiva, suele acabar en una distorsión del mismo.

Por resumirlo muy brevemente, las personas con dependencia emocional tienen un miedo excesivo e irracional a quedarse solas o a percibir que se pueden quedar solas, de esta forma generan relaciones de NECESIDAD con ciertas personas de su alrededor. Ojo, no tiene porque ser hacia una pareja, la dependencia emocional aparece en más ámbitos. Recalco lo de necesidad porque dejan de ser relaciones de elección (yo te elijo) y pasan a ser relaciones de necesidad (yo te necesito). Personas en las que se apoyan y reafirman ya que tienen una sensación de “no poder hacer nada por sí mismas”. Y entrecomillo esta última parte porque el abanico de “no hacer nada por sí mismas” es muy amplio.

Tanto tú como yo, somos dos personas que cuando nos hemos sentido mal porque algo malo ha ocurrido, lo primero que hemos...
22/07/2021

Tanto tú como yo, somos dos personas que cuando nos hemos sentido mal porque algo malo ha ocurrido, lo primero que hemos buscado es la forma más rápida de salir de esa sensación.

Esto es lógico.

Pero ten en cuenta que querer dejar esa sensación atrás y dejarla rápidamente son dos cosas distintas.
En muchas ocasiones, las prisas nos nublan la vista y no nos dejan ver las soluciones.
Por eso mismo es importante tener la pausa suficiente para saber definir el problema, ver “por qué ha ocurrido”, “qué opciones de solución hay” y “cuál de ellas debo escoger” son algunas de las cuestiones a tener en cuenta.
A este proceso hay autores que lo denominan QUIETUD, y no es más que tener calma en aquellos momentos donde más se requiere y menos le solemos dar; una mirada más contemplativa hacia aquello que nos está ocurriendo.

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