29/06/2025
🌟 Anoche soñé contigo…
Estábamos en la casa, como cada sábado o domingo. Todos juntos, después de comer. Estabas limpiando los fuegos de la cocina mientras los demás fregábamos y recogíamos el resto y yo te miraba (hablaba contigo de algo que no recuerdo), pero te miraba y te admiraba. Recuerdo sentir muy bonito, como se sentía hace años cuando nos juntábamos todos y comíamos arroz con caracoles o “asao” con ese ajoaceite tuyo que nadie ha hecho ni hará mejor.
Recuerdo que iba al “aparador” y cogía un cruasán de chocolate, de esos que ya no se hacen porque no llevan el amor con el que los comprabas porque sabías que eran mis favoritos. Lo que no sabías es que lo eran, solo, porque tú me los comprabas a propósito, para que nunca me faltaran.
Qué bonito y qué fácil era todo entonces. Niños de hoy, disfrutad lo que tenéis porque es cierto eso de que nada es igual al hacerse mayores.
Uno se tiene que acostumbrar a echar de menos y hoy, siento nostalgia de aquellos días donde todo parecía fluir fácilmente porque mis mayores creaban la atmósfera perfecta para que así yo lo viviese. ¿Lo era realmente? No lo creo… Pero para mí, era perfecto.
Yayita… ¡Qué buen equipo éramos! Echo de menos nuestras conversaciones interminables donde siempre me contabas las mismas anécdotas y yo te contaba mis nuevas movidas… cuando me llamabas doctora y me mirabas con ese amor incondicional. Echo de menos tus manos, yo olor y tus abrazos. Eran únicos, eras única…
Hoy te echo de menos y echo de menos esos que éramos, pero sabes? Tampoco cambio mi presente, que aunque a veces traiga sustos y cosas de mayores de las que me gustaría escaparme, también está lleno de bendiciones. Solo que hoy, te echo de menos…
Tu lucero, tu estrella 💫