11/12/2025
Elisabeth viene desde Sidney, Australia. Ha cruzado medio mundo —o más bien, el mundo entero— para estar hoy aquí.
Padece líquen escleroso en estado avanzado, una enfermedad íntima, silenciosa… pero que afecta cada parte de su vida.
Hace años que perdió calidad de vida.
Años de dolor, de incomodidad, de no reconocerse en su propio cuerpo.
Hasta que su ginecóloga le habló de un tratamiento: Liquenia.
Y Elisabeth no lo dudó.
Porque cuando llevas tanto tiempo esperando, ya no puedes permitirte seguir posponiendo tu bienestar.
Porque mereces volver a sentirte bien, a gusto, libre.
Y eso es lo que busca hoy: volver a tomar las riendas de su cuerpo y de su vida.
Desde las antípodas, ha apostado por ella. Por fin.
Porque cuando se trata de salud íntima, ninguna distancia es demasiado grande.
Y porque las mujeres con líquen escleroso merecen tratamientos efectivos.
Elisabeth es un ejemplo de valentía y decisión.
Hoy está aquí, a las puertas del quirófano, a punto de empezar su tratamiento… y a punto de empezar una nueva etapa.