
22/05/2025
Eh? ¿Perdón? ¿Puedes repetirlo?
Si últimamente te repites más que el gazpacho y te cuesta escuchar lo que dicen, quizás no sea solo la edad… puede ser tu colesterol.
Así como lo oyes (si es que lo oyes): el colesterol no solo hace estragos en el corazón, ¡también puede afectar tus oídos!
¿Cómo funciona esto?
El oído interno es una máquina de precisión, pero si los vasos sanguíneos que lo nutren están taponados, tenemos un problema.
Colesterol alto = menos riego sanguíneo = oído que empieza a irse de vacaciones anticipadas.
Y ojo (bueno, oído): el colesterol demasiado bajo también puede ser un lío.
¿Y si además fumas, tienes hipertensión, comes mal y no te mueves ni para cambiar el canal con el mando?
Pues prepárate para decir “¿qué?” más veces.
Dato curioso:
Personas con niveles bajos de colesterol HDL (el bueno) y altos de LDL, triglicéridos y ApoB tienen más papeletas para ganar… ¡el premio a la hipoacusia súbita!
Moral de la historia:
Cuida tu dieta, sal a caminar, ponte los cascos con moderación y revisa tu colesterol. Tus oídos (y tus vecinos que no quieren oír la tele a todo volumen) te lo agradecerán.
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#¿QuéDijiste