
03/01/2024
Estos análisis son de una persona de 36 años que llega a consulta con antecedente de trastornos de la conducta alimentaria y con Síndrome Metabólico y Esteatosis Hepática grado dos con alteración de hepatograma en sangre.
Por lo general, las enfermedades no vienen aisladas y pueden coexistir las psíquicas con las físicas haciendo que nosotras como profesionales despleguemos nuestros recursos y nuestras habilidades para decidir los tiempos de intervención.
En este caso, primero se trabajó sobre el vínculo con los alimentos y el cuerpo para desde ese lugar elegir qué acciones eran las más respetuosas para la salud integral.
El Síndrome metabólico es una condición donde coexisten factores de riesgo que ponen en peligro la salud de la persona.
A esta altura, ya estaba medicado con Losartán para la Hipertensión arterial, y a punto de ser medicado con Estatinas para la Hipercolesterolemia. Sabemos que estas últimas tienen varios efectos secundarios.
Por suerte nos pidió ayuda a tiempo y en menos de un año, no solo evitó incluir una medicación nueva sino también reducir la que venía tomando hace tantos años. Restauramos todos los valores de riesgo a parámetros normales de funcionamiento y revertimos la situación hepática en su totalidad.
Tomó un rol protagonista de su salud y adhirió a nuestros consejos sobre hábitos de vida, gestión del estrés, higiene del sueño, construcción de ocio recreativo y movimiento placentero del cuerpo. La suplementación personalizada fue muy importante para subsanar deficiencias crónicas de una vida con altos niveles de exigencia, y tendencias inflamatorias y oxidativas.
Se encontró con una versión de él no sólo mucho más sana, sino más plena, más vital y con ganas de vivir y construir nuevos proyectos.
Que no te digan que no hay otra opción, que tu cuerpo funciona mal y que estás destinado a tomar medicación de por vida. El estilo de vida debe ser la primera línea de acción, y es ahí donde encontramos las causas de la enfermedad.