
10/09/2025
Ayer, una de mis alumnas me mostró un post de redes sociales sobre las leyes de Hellinger escrito por una compañera de profesión lo suficientemente mediática como para sentir preocupación.
He tenido que leerlo con calma porque no daba crédito a cómo Hellinger estaba siendo interpretado y de cómo se prentede sentar cátedra sobre la 'actualización' de su legado.
El texto transmite ideas que lo reducen a un hombre de otro tiempo, a un molde rígido —“una única familia sana es la nuclear, heterosexual y monógama”— y esto me hace pensar que: si tomamos los órdenes del amor como dogma, no hemos entendido nada.
Bert nunca quiso dejar un catecismo. Lo suyo era pura fenomenología: observar lo que aparece en el campo, sin moral, sin juicio. Los órdenes no son mandatos sociales. Son mapas vivos que muestran cómo el Amor busca fluir y cómo se interrumpe cuando alguien es excluido.
Cuando leo afirmaciones como “lo que no encaja en el molde, se patologiza”, me doy cuenta de que la crítica confunde el mapa con la cárcel. El problema no está en el método, sino en cómo lo usamos.
👉 ¿𝗤𝘂é 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗲𝗻 𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗮 𝘂𝗻 𝘁𝗲𝗿𝗮𝗽𝗲𝘂𝘁𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗼𝗿𝗱𝗲𝗻?
Que nadie queda fuera. Ni hijos “ilegítimos”, ni medios hermanos, ni parejas anteriores, ni personas LGTBIQ+, ni vínculos no monógamos. Jamás vi en el campo que el orden excluyera a alguien: describe cómo la energía se manifiesta, nunca impone etiquetas.
Que el orden no es una jerarquía de poder, sino dar a cada quien su lugar en dignidad y pertenencia.
Que el equilibrio no es “una contabilidad bilateral entre hombre y mujer”, como repite la crítica, sino el reconocimiento de la reciprocidad en todas las formas de vínculo y cuidado.
Que patologizar la diversidad es repetir la exclusión que justamente queremos sanar. Y eso sí es un rasgo de la modernidad, no de Bert, porque la diversidad ha existido desde el origen de los tiempos aunque no tuviesen días internacionales en el calendario.
La homosexualidad, las familias reconstituidas, los vínculos no convencionales… no son un error que haya que corregir. ¡Son expresiones legítimas del Alma y del Amor! La mirada sistémica no reduce, amplía su horizonte, porque la vida siempre desborda cualquier esquema. Y siempre fue así.
El verdadero terapeuta sabe que los órdenes no son cadenas, son puertas de inclusión.
Y cuando entendemos esto, dejamos de usar el método para juzgar y lo devolvemos a su origen: acompañar el misterio del Amor en todas sus formas.
✨ El desorden no está en la diversidad. El único desorden es la exclusión. Hoy, ahora y siempre. Es Ley.
📌 Y por eso, el próximo sábado 13 comenzaremos precisamente por ahí: los Órdenes del Amor.
Tengo la firme intención de que mis alumn@s sientan la verdadera esencia del legado del Maestro. Bert Hellinger.
𝗔𝗻𝗮 𝗥𝗮𝗺í𝗿𝗲𝘇