A menudo les pregunto a mis clientes: ¿Qué harías si te hundieras en unas arenas movedizas? Todos me responden que harían algo que va en contra del sentido común: quedarse quietos. «Cuanto más luchas por salir de las arenas, más rápido te hundes«, me dicen. Con nuestras emociones desagradables pasa lo mismo. Cuanto más luchamos con el miedo, la tristeza, o la ansiedad, más nos hundimos. Luchamos e
vitando personas o lugares, bebiendo alcohol, fumando y muchas otras cosas. Y a veces, aunque nos esforzamos en cambiar nuestra vida, irremediablemente, seguimos atrapados en la ansiedad o la tristeza. Sin embargo, como en las arenas movedizas, existe la posibilidad de empezar a hacer algo distinto con nuestras emociones para cambiar nuestra vida. Si quieres aprender un nuevo camino para lidiar con tus emociones difíciles y para construir una vida más rica y más plena, no lo dudes. ¡CONSULTA!