15/10/2025
Desde muy joven sentí que el cuerpo hablaba lo que las palabras no podían decir.
Bailar y moverme era mi manera de liberar energía y conectar con algo más grande: esa sensación de unidad y paz que surge cuando cuerpo y alma se alinean.
Esa búsqueda de autenticidad me llevó a estudiar Creación y Pedagogía Autoral en la Universidad DAMU de Praga, en la cátedra de Ivan Vyskočil.
Allí descubrí la fuerza de la expresión auténtica, explorando el método del “Diálogo con el socio interno” —un trabajo con lo inconsciente y la presencia viva—, así como técnicas de movimiento, danza y voz.
Pero también viví mi propio colapso emocional: una apertura tan profunda que me pidió encontrar más tierra.
Buscando esa base, comencé a formarme en técnicas más corporales y concretas, dejando en segundo plano los enfoques energéticos anteriores.
Me formé en Pilates y trabajé dos años como instructora, para luego estudiar Fisioterapia.
En 2006 empecé a trabajar en clínicas donde el cuerpo era el punto de partida, como el Centro MFK y el Centro de Atención Integral de Dobřichovice, donde pude seguir observando al ser humano de forma completa: cuerpo, mente, emoción y energía.
Cada etapa me enseñó algo esencial:
En MFK aprendí a ver el cuerpo como un sistema vivo e inteligente, donde cada tensión revela una historia y cada síntoma tiene una raíz profunda.
En la Medicina China y Acupuntura, descubrí el vínculo entre los órganos y las emociones, y un mapa energético claro del cuerpo.
En el Rolfing, comprendí cómo liberar tensiones cambia no solo la postura, sino también la percepción del mundo y de uno mismo.
De estas experiencias nació mi propio enfoque:
💛 Body Balance Therapy, un método que une trabajo corporal, liberación emocional y presencia consciente.
En 2020 añadí una nueva pieza a mi acompañamiento: el Coaching Social.
Buscaba una estructura clara y respetuosa para acompañar desde la palabra, sin necesidad de seguir la vía académica de la psicología.
Hoy todo lo que aprendí —del cuerpo, la emoción y la palabra— se une en un mismo propósito: acompañar procesos reales, con presencia y sensibilidad.