06/03/2025
Durante la menopausia, el colágeno y la elastina entran en caída libre (perdemos el 30%), lo que supone un cambio drástico para la piel que provoca la aparición de arrugas y una flacidez más marcada. Además, los estrógenos libres vuelven la piel seca y escamosa y más propensa a rojeces, manchas y acné.
El cuidado de la piel durante la menopausia
1.Pasarse a fórmulas supernutritivas
Combina siempre un limpiador suave sin parabenos y una crema hidratante con ingredientes como ceramidas, ácidos grasos, escualeno y ácido hialurónico, que ayudan a retener la humedad.
2. Exfoliar
El lento recambio celular altera la luz, empeorando el aspecto de la piel. Utilizar una vez a la semana un exfoliante no abrasivo con alfahidroxiácidos, como el glicólico, ayudará a eliminar las células muertas y a iluminar la piel.
3. Introducir antioxidantes y no escatimar en protección solar
Para prevenir la flacidez y las líneas de expresión, son esenciales las cremas solares y antioxidantes. La vitamina C y la Q 10.
4. Tratamientos no invasivos
A veces las cremas, los sueros y los tratamientos caseros pueden no ser suficientes para corregir las arrugas, el tono apagado de la piel o la flacidez cutánea. En este caso, entran en juego numerosos procedimientos y técnicas, desde los tratamientos inyectables para la piel (rellenos, neuromoduladores, biorrevitalizadores). Hasta los tratamientos de alta tecnología basados en calor, como la radiofrecuencia, ayudan a estimular la síntesis del colágeno.
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