18/11/2020
David dio positivo en Covid-19 a mediados del pasado mes de marzo. Los días fueron pasando y los síntomas empeorando hasta que una noche la fiebre llegó a 40° y su mujer, presa del pánico, le llevó a urgencias.
La noche del 28 de marzo David ingresó en la planta del Hospital General Universitario de Guadalajara.
Durante la segunda mañana en el hospital la doctora se le acercó y le dijo:
—Quiero llevarte conmigo a la UCI. ¿Estás de acuerdo?
—Por supuesto, dónde tenga que ser —contestó David.
Camino a la UCI, David perdió el conocimiento y ya no sería capaz de recordar los próximos 40 días.
Solo recuerda las continuas pesadillas que le hacían confundir la realidad con la ficción.
Hasta que un día despertó. David había perdido más de 30 kg. No podía mover ni un solo músculo de su cuerpo. No era capaz de hablar. Los laterales de la cama parecían precipicios.
El David padre, trabajador y deportista no estaría en aquella sala. David se había convertido en una inmovil, inerte y sarcopénica planta.
David llegó a pensar que si ese era el futuro que le esperaba más le hubiese valido morirse. Pero los astronautas de aquel hospital le devolvieron las ganas de volver a volar.
A pesar de todo, la humanidad se respiraba por todas partes. Los ojos eran capaces de transmitir ese amor por el paciente.
Un día una enfermera le dijo:
—David, a lo largo de la mañana vendrá a verte un fisioterapeuta.
—Vale, cualquier visita es bienvenida.
El fisio llegó a la habitación y se presentó. Empezó a tocarle las manos y las plantas de los pies. David pensaba para él: «¿Y para qué? Si yo no siento nada, si no puedo mover nada». Pero el fisio se empeñó. Desde aquel momento, todos los días irían a verle Ruben por la mañana y Luz por la tarde.
Hasta que un día David se despertó y podía mover un dedo. Un dedo que se convirtió en la luz al final del túnel. Empezó a comprender la labor de los fisioterapeutas en lasUCIs. Nunca antes lo había entendido. Porque cuanto antes empiece el fisioterapeuta a tratar al paciente en la UCI antes saldrá de allí.
Porque no es solamente que uno sobreviva en la UCI sino es el cómo va a ser capaz de vivir después de haber sobrevivido.
Gracias David.