19/12/2025
✨Reemplaza el ‘no merezco’ por una mirada más compasiva.✨
En un proceso tan intenso como el cáncer, ya sea que lo vivas tú, lo hayas vivido o acompañes a alguien que amas, es fácil que aparezcan pensamientos que te restan valor, que silencian tus necesidades o que te hacen dudar de tu propio merecimiento.
Pero tu historia, tu cuerpo y tu corazón necesitan otra cosa.
Porque merecer no es un premio: es un derecho humano.
Y recordarlo cambia la forma en que te tratas, cómo pides ayuda y cómo te permites recibir.
✨ Merezco descanso. Merezco alivio. Merezco ser acompañado.
✨ El proceso que estoy viviendo no me quita dignidad; mi historia merece ser contada.
✨ Merezco recibir, incluso en los días en que me cuesta creerlo.
Cuando elevas tu umbral de merecimiento, algo dentro se suaviza:
la culpa pesa menos, la vergüenza pierde fuerza y aparece más autocompasión, más capacidad de sostenerte y más apertura para dejarte cuidar.
Hoy, recuérdate esto con amabilidad:
Lo que estás viviendo no define tu valor.
Y mereces todo lo que te ayuda a estar mejor.