C Psicologia Fueros Vitoria

C Psicologia Fueros Vitoria CENTRO DE PSICOLOGÍA FUEROS. D. José Antonio Pérez Suárez /// Psicología. Sexología. EMDR. IFS. Psicología Forense

El Centro De Psicología Fueros está especializado en Psicología, Sexología, Terapia EMDR, Terapia IFS y Psicología Forense (Psicología Jurídica), y está acreditado como Centro Sanitario (Nº 01C.2.2.8466) por el Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco. Desde el Centro de Psicología Fueros trabajamos con el objetivo de ayudar a personas de todas las edades (niños, adolescentes y adultos) a dar solución a diferentes problemáticas mediante la intervención a través de terapias individuales, de pareja o familia. Nuestra prioridad es poner a su disposición nuestra experiencia y profesionalidad para poderle atender y ayudar dentro de un marco de trabajo de máxima confidencialidad, privacidad y seriedad. Desde el Centro de Psicología Fueros les garantizamos un trabajo especializado en el tratamiento de su malestar psíquico, con el fin de ayudarle a recuperar su equilibrio y bienestar emocional. El Centro de Psicología Fueros está dirigido por D. José Antonio Pérez Suárez (Psicólogo, Sexólogo, Clínico EMDR y Psicólogo Forense), profesional con amplia formación y una dilatada experiencia en la práctica clínica de la Psicología.

17/12/2025
15/12/2025

El olfato es uno de los sentidos más variables del reino animal. Mientras algunas especies solo detectan olores a pocos metros, otras pueden percibir señales químicas a kilómetros de distancia. Este ranking ordena, de menor a mayor, el alcance real y medible del olfato en distintos animales.

1. Humano (Homo sapiens):
Rango: 0,01 – 0,03 km (10–30 m)
Olfato poco especializado para rastreo. Funciona solo a corta distancia.

2. Gato doméstico (Felis catus):
Rango: 0,02 – 0,08 km (20–80 m)
Mejor que el humano, pero orientado a señales cercanas y feromonales, no a rastreo lejano.

3. Rata (Rattus norvegicus):
Rango: 0,1 – 0,3 km
Altamente sensible a olores específicos. Muy eficaz en entornos cerrados y subterráneos.

4. Zorro rojo (Vulpes vulpes):
Rango: 0,3 – 0,8 km
Depredador con buen rastreo olfativo, aunque inferior al de cánidos domésticos entrenados.

5. Perro doméstico (Canis lupus familiaris):
Rango: 0,5 – 2 km
Capaz de detectar y seguir rastros humanos u orgánicos a kilómetros. Más de 200 millones de receptores olfativos en algunas razas.

6. Lobo gris (Canis lupus):
Rango: 2 – 3 km
Superior al perro promedio. Usa el olfato para caza cooperativa y orientación territorial.

7. Elefante africano (Loxodonta africana):
Rango: 2 – 5 km
Posee el mayor número de genes de receptores olfativos conocidos en un mamífero. Detecta agua, alimento y congéneres a gran distancia.

8. Tiburón (ej. Carcharodon carcharias):
Rango: 3 – 5 km
En medio acuático, puede detectar compuestos químicos diluidos transportados por corrientes marinas. No es instantáneo, pero sí altamente eficiente.

9. Oso polar (Ursus maritimus) — récord documentado:
Rango: 10 – 16 km
El olfato más potente medido en un mamífero terrestre. Capaz de detectar focas bajo hielo o carroña a más de 10 km.

El gato queda muy por debajo del perro en alcance olfativo real.
Los máximos documentados no superan los ~16 km en mamíferos terrestres.
Cifras mayores no están respaldadas por literatura científica.

Fuente:
Nature Reviews Neuroscience – genética y fisiología del olfato
Journal of Experimental Biology – comparaciones interespecíficas
Smithsonian Institution – comportamiento animal
NIH y National Geographic Science – revisiones zoológicas.

14/12/2025

¿Sabías que el cerebro cambia físicamente cuando aprendes, y la neuroimagen puede verlo en tiempo real?

La neuroplasticidad es visible gracias a técnicas como la DTI, que permiten observar cómo se fortalecen las conexiones de la materia blanca cuando adquirimos nuevas habilidades.

Aprender un idioma, tocar un instrumento, resolver problemas matemáticos o practicar meditación deja huellas estructurales medibles.

Estos cambios no solo se observan en el hipocampo y la corteza prefrontal, sino en redes completas que reorganizan el procesamiento cognitivo.

La ciencia confirma que aprender literalmente “redibuja” al cerebro.

Zatorre, R. J., Fields, R. D., & Johansen-Berg, H. (2012). Plasticidad en materia gris y blanca.

14/12/2025

CÓMO LA ANSIEDAD PUEDE DISPARAR PALPITACIONES Y SENSACIÓN DE FALTA DE AIRE

La ansiedad no solo se manifiesta en pensamientos acelerados o inquietud emocional; también genera respuestas físicas intensas que pueden ser muy alarmantes. Entre las más frecuentes están las palpitaciones y la sensación de falta de aire, síntomas que muchas personas interpretan como un problema cardíaco o respiratorio, cuando en realidad son el resultado de una activación exagerada del sistema nervioso.

Cuando aparece la ansiedad, el cerebro activa el sistema nervioso simpático, encargado de la respuesta de “lucha o huida”. Este sistema libera adrenalina y noradrenalina, hormonas que preparan al cuerpo para reaccionar ante una amenaza. Como consecuencia, el corazón acelera su ritmo y late con más fuerza, generando la sensación de palpitaciones o latidos irregulares.

Al mismo tiempo, la ansiedad modifica la respiración. Esta se vuelve rápida, superficial y torácica, lo que reduce la eficiencia del intercambio de gases. Aunque el oxígeno esté disponible, la respiración poco profunda crea un desequilibrio entre oxígeno y dióxido de carbono, provocando mareos, presión en el pecho y la intensa sensación de “no poder respirar bien”.

Este patrón respiratorio activa aún más la alerta del cerebro, que interpreta la falta de aire como un peligro real. El cuerpo responde liberando más adrenalina, lo que acelera aún más el corazón y empeora las palpitaciones.
Se forma así un círculo vicioso: ansiedad → palpitaciones → miedo → peor respiración → más ansiedad.

Además, la tensión muscular provocada por la ansiedad afecta el cuello, el pecho y el diafragma, dificultando la expansión completa de los pulmones. Esto aumenta la sensación de opresión torácica y refuerza la percepción de falta de aire, aunque los pulmones estén sanos.

La buena noticia es que estas respuestas, aunque intensas, no suelen ser peligrosas cuando se originan en la ansiedad. Activar el sistema nervioso parasimpático mediante respiración lenta y profunda, relajación muscular, atención plena y movimiento suave puede reducir rápidamente los síntomas y devolver la sensación de control al cuerpo.

En conclusión, la ansiedad dispara palpitaciones y falta de aire porque activa el sistema de alerta, acelera el corazón y altera la respiración, creando señales físicas que el cerebro interpreta como amenaza.
Recuperar la calma empieza por entender el proceso.
Porque cuando el cuerpo deja de luchar, el corazón y la respiración vuelven a su ritmo natural.

13/12/2025

Una revisión de 76 ensayos clínicos subraya la importancia de adaptar la prescripción a cada individuo. El 22% de los pacientes toma esta medicación de forma indefinida

08/12/2025

El miedo anticipatorio: tu cerebro sufre más antes que durante el evento”

La amígdala y la corteza prefrontal generan respuestas intensas incluso al imaginar un escenario negativo.

Este “dolor anticipado” activa el mismo circuito que el miedo real, lo que explica por qué preocuparse desgasta tanto.

Cuando la mente no tiene certeza, tiende a exagerar riesgos para protegerte, pero esta hiperactivación constante afecta el sueño, la memoria y la toma de decisiones.

Grupe, D. W., & Nitschke, J. B. (2013). Uncertainty and anticipation in anxiety. Nature Reviews Neuroscience, 14(7), 488–501.

08/12/2025

La neurociencia muestra que el enamoramiento activa una explosión de dopamina, oxitocina y noradrenalina en milésimas de segundo.

Estas sustancias generan euforia, energía, motivación y un fuerte enfoque atencional hacia la otra persona.

La corteza prefrontal se desactiva parcialmente, lo que explica por qué al enamorarnos vemos menos defectos y actuamos más impulsivamente.

El amor es un fenómeno neurológico tan potente como una adicción temporal.

Fisher, H. E., et al. (2010). The neural mechanisms of romantic love. The Journal of Comparative Neurology, 518(14), 2797–2811.

08/12/2025

El Dolor Emocional Puede Modificar Estructuras Cerebrales Igual que un Trauma Físico

El cerebro procesa el dolor social —rechazo, pérdida, abandono— en circuitos similares al dolor físico.

La activación de la corteza cingulada anterior y de la ínsula genera cambios neurobiológicos tan significativos que pueden alterar la memoria, el sueño y la regulación emocional.

Estudios longitudinales muestran que experiencias emocionales intensas pueden modificar la sensibilidad neural al estrés y aumentar el riesgo de trastornos como depresión y ansiedad.

El dolor emocional no es metafórico: es una experiencia neurológica real que deja huella.

Eisenberger, N. (2015). Social pain and the brain.

28/11/2025
07/09/2025

"La violencia es la única forma que tiene el cobarde de demostrar que no lo es" George Bernard Shaw

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