23/11/2025
💙 Última semana de noviembre: y seguimos hablando poco de los hombres
Noviembre es el mes de la salud masculina. Un mes que siempre pasa de puntillas porque aquí no hay lacitos rosas, ni campañas masivas, ni gestos colectivos que inunden las calles.
Y sin embargo, detrás del silencio, hay un problema enorme: los hombres siguen enfermando más, cuidándose menos y pidiendo ayuda tarde… demasiado tarde.
🚹 No es que no vayan al médico: es que llegan cuando ya no pueden más
La mayoría de hombres vive con una especie de “contrato social” no escrito:
no quejarse, no mostrar debilidad, no pedir ayuda.
Ese guion ridículo provoca que un síntoma que podría tratarse fácil acabe convertido en un problema serio.
Llegan tarde.
Por ejemplo: en España, la tasa de mortalidad ajustada por edad para los hombres es de 1.065,2 muertes por cada 100.000 habitantes, frente a 668,1 en mujeres.
(Ministerio de Sanidad)
O dicho de otro modo: los hombres mueren más, y antes.
Muchos de esos casos son prevenibles.
🧠 Salud mental masculina: el agujero negro del que casi nadie habla
Ansiedad, depresión, estrés, agotamiento emocional: claro que los hombres lo sufren.
Pero lo callan.
Un estudio en España mostró que los hombres tienen una menor asistencia a servicios de salud mental que las mujeres, para niveles similares de malestar.
(SciELO España)
Y la tasa de suicidio lo dice todo: en 2022, la tasa ajustada por edad fue de 13,0 muertes por cada 100.000 hombres, frente a 4,2 por cada 100.000 mujeres.
(Ministerio de Sanidad)
Pedir ayuda no es falta de carácter: es prevención.
🍺 Hábitos que reflejan algo más profundo 🚬
No es casualidad que los hombres lideren estadísticas de tabaquismo, alcohol, accidentes, mala alimentación y sueño insuficiente.
No es descuido: es una mezcla de presión social, falta de educación en salud y un modelo de masculinidad que premia el riesgo y castiga el autocuidado.
⚠️ Y ahora, que noviembre casi termina… toca decir las cosas claras
Si este es el mes de la salud masculina, que esta última semana no pase como si nada.
Cuidarse no te hace menos hombre.
Pedir ayuda no te convierte en débil.
Llorar no te quita autoridad.
Hablar no te resta dignidad.
Al revés: te salva. A veces, literalmente.
Este noviembre no llevamos lacitos rosas.
Pero sí queremos dejar claro algo antes de que acabe:
los hombres también necesitan ser cuidados, escuchados y acompañados.
Aceptar eso es, probablemente, el gesto más valiente del mes.