16/11/2025
Las primeras visitas al ginecólogo suelen venir acompañadas de nervios, dudas y muchas preguntas. Es completamente normal: cada mujer llega con su historia, con miedos a los síntomas o un problema en concreto, a no saber explicarse, a no ser entendida, y sobre todo, con ganas de comprender mejor qué le está pasando y cómo cuidarse.
Por eso, es importante recordar que en la consulta no se espera que lo tengas todo claro ni que llegues con “las palabras correctas”. Lo esencial es venir sin miedo a preguntar. Cada duda, por pequeña que parezca, tiene valor. Y cada pregunta abre una puerta para entender mejor tu cuerpo, para prevenir, para aliviar un síntoma o simplemente para ganar tranquilidad.
En consulta estamos para eso: para escucharte, para guiarte y para ayudarte a que salgas más tranquila de lo que entraste.