
23/09/2025
El cambio de estación hacia el otoño nos conecta con la idea de los ciclos vitales.
El cuerpo y la mente sienten el descenso de la luz, la temperatura y el cambio de ritmo, lo que a veces despierta melancolía o necesidad de recogimiento.
Podemos vivirlo como una invitación a la introspección: revisar qué estamos sosteniendo de más, qué emociones necesitan ser reconocidas y qué aspectos de nuestra vida requieren ser soltados o agarrados con fuerza.
El otoño nos muestra que dejar ir no es un final definitivo, sino un proceso natural de renovación que abre espacio para lo que vendrá, a lo nuevo.
Y tú ¿qué “hojas” crees que estás evitando soltar 🍂🍁que te dañan o condicionan?