10/09/2021
10 de septiembre, día mundial para la prevención del suicidio 🙏🏼
Esta semana se conmemoró el día mundial para la prevención del suicidio. Como parte de las actividades para conmemorar esta fecha se compartieron estadísticas relacionadas con la problemática, y no cabe duda de que nos enfrentamos a un importante reto.
Cada año se registran entre 800,000 y 1,000,000 de muertes a causa del suicidio. La cifra supera las muertes relacionadas con accidentes de tráfico, homicidios y guerras. Entre los grupos más vulnerables se encuentran las poblaciones jóvenes y de la tercera edad. Tan solo en jóvenes de entre 15 y 29 años el suicidio ya se posiciona como la segunda causa de muerte.
Según las estadísticas, los hombres son más vulnerables a cometer suicidio que las mujeres, aunque entre las mujeres el número de intentos de suicidio sea mayor. 90% de los suicidios están relacionados con un trastorno mental o condición de salud crónica, dentro de los cuales la Depresión figura como un importante predictor de la conducta suicida. Finalmente, y quizá el dato más alarmante es, que cada 40 segundos una persona se suicida en el mundo.
Estos datos y cifras nos plantean como sociedad el importante reto de emprender acciones para contrarrestar este problema. Y aun cuando las acciones más urgentes están relacionadas con la creación de políticas públicas por parte de los gobiernos de cada país, es innegable que como sociedad debemos tomar parte de estas soluciones. En primer lugar, debemos abandonar nuestro recelo y temor a hablar del tema, asumiendo que no podemos seguir ignorando más este problema, para así crear espacios para la divulgación de información relacionada con el suicidio.
A su vez es importante que aprendamos a reconocer signos de alarma relacionadas con el suicidio, tal como: intentos previos de suicidio, antecedentes de suicidio en la familia, expresión de ideas directas o indirectas que muestren un sufrimiento intenso o la intención de cometer suicidio y actitudes relacionadas con la planificación de la muerte como pueden ser cambios en testamentos o despedidas inusuales.
Es importante prestar especial atención a trastornos psicológicos como la depresión o enfermedades crónicas y dolorosas vividas por una persona. Debemos notar el aislamiento social innecesario y situaciones vitales importantes como: conflictos familiares, fallecimiento reciente de un ser amado, rupturas de pareja, perdida del empleo, acoso laboral o escolar y situaciones económicas desfavorables. Especialmente cuando la personalidad del sujeto se caracteriza por ser impulsiva, agresiva, con poco control y con dificultad para afrontar las problemáticas.
Y probablemente uno de los rasgos más importantes al que debemos prestar atención es, la “desesperanza” de una persona. Principalmente cuando va acompañada de ideas negativas respecto a la vida o el propósito de la misma. La desesperanza puede estar frecuentemente acompañada de ira, rabia, deseos de venganza o tristeza. Y suele expresarse como un gran sufrimiento o angustia emocional.
Pero, una vez hemos identificado conductas que nos hagan sospechar, ¿qué podemos hacer? Bien, es importante recalcar la importancia de acudir a profesionales de la salud mental para poder buscar la atención adecuada. Pero, ello no significa que no podamos ayudar a orientar a una persona que este pasando por estas circunstancias. De hecho, muchas personas han evitado el suicidio por la intervención oportuna de familiares o amigos que les han motivado a buscar ayuda profesional. Pero para ello debemos saber abordar de la manera correcta a una persona que este pensando en el suicidio.
Es importante que al momento de hablar con una persona, apartemos cualquier prejuicio y abordemos la plática de una manera empática y comprensiva. Es normal que se tenga el temor a decir algo mal o comentar algo fuera de lugar, pero, si sucede debemos mantener la calma y no estresarnos por eso. La concentración que vamos a dedicarle a la persona es muy importante, normalmente mientras hablamos tomamos el teléfono, o apartamos la mirada, pero al abordar este tema es importante concentrarnos en la persona, dirigiendo nuestra mirada hacia ella y prestando toda nuestra atención a sus palabras. Es importante tener paciencia y saber esperar a que la persona pueda abrirse completamente con nosotros, probablemente no lo haga al primer intento, pero si mantenemos nuestra actitud empática y sincera se sentirá confiada en poder hacerlo.
Es importante hacer preguntas abiertas, es decir, preguntas que permitan que la persona responda de una manera más amplia que solo contestando con “si o no”. Debemos escuchar sin interrumpir, captando lo que este trasmitiéndonos, debemos evitar el impulso de dar soluciones premeditadas y simplemente ofrecer una escucha activa y empática. Finalmente, es importante poder orientar a la persona a buscar ayuda profesional, indicándole donde puede hacerlo y si es posible, ofreciéndonos a acompañarle.
No es necesario hacer mucho, cuando de ayudar a una persona se trata. Basta con estar presentes para ella y escuchar, como un acto de amor sincero al prójimo.
Gracias por tu interés en saber cómo ayudar a una persona en esta situación, te pido que compartas esta información no solamente en redes sociales, sino que hazlo con tu familia, amigos y compañeros. Juntos podremos hacer la diferencia en la vida de alguien.
¡Gracias totales!
Ismael Jada, psicología y vida