
04/07/2025
A veces vemos un “antes y después” y pensamos que el cambio fue en un par de meses…
O creemos que todo fue natural, cuando en realidad hubo cirugías o ediciones detrás (que nunca fueron mencionadas).
Otras veces, simplemente hay personas que cuentan con más tiempo libre, apoyo en casa, recursos económicos o -en unos pocos casos- una genética envidiable.
Y no está mal.
Lo que sí es triste es compararnos, sobre todo si no conocemos la historia completa.
Por eso hoy quiero compartir la mía:
Un cambio que no fue rápido ni perfecto. Me tomó años, disciplina, recaídas, constancia y mucha paciencia.
Sin atajos, sin filtros, sin cirugías.
Lo comparto no para que te compares, sino para que sepas que sí se puede. Pero cada proceso es único, toma tiempo, y vale la pena vivirlo con verdad y paciencia.
¡Gracias, Dios!