18/04/2022
Últimamente he estado pensando en lo aterradores que pueden ser los cambios y el futuro. Lo incierto, lo desconocido, aquello que incomoda, da mucho miedo.
Estoy en un punto de mi vida donde quiero hacer un cambio, a veces hasta con urgencia, pero ahhhh, el pensar en qué va a pasar cuando lo haga es muy difícil. Me arrepiento pensando en "¿y si no sale bien?", "voy a estar muy nerviosa", "va a ser muy cansado", "toda mi rutina va a cambiar", "como estoy me siento cómoda"... Y así se me vienen un montón de pensamientos más.
Me aferro a aquello que conozco, porque no hay sorpresas, porque ya sé cómo voy a reaccionar, cómo me voy a sentir, lo que puedo hacer. El pensar en aquello nuevo, en eso desconocido, me da pánico muchas veces. Pero, eventualmente, surge otra vez esa urgencia de querer hacer el cambio, porque sé que no puedo quedar como estoy, porque sé que tengo que crecer y seguir aprendiendo y experimentando nuevas cosas.
El cambio es difícil. Requiere de valor y coraje. Se necesita decisión y perseverancia. Algo que me ha ayudado a tranquilizar esos miedos, es pensar en aquellas situaciones que me dieron miedo igual, que me angustiaban porque suponían un cambio grande, era algo nuevo; sin embargo, aprendí muchísimo de ellas, me acostumbré, me adapté y hubo veces donde me fue súper bien y otras no tanto, pero logré atravesar esos cambios.
Si no te animas a hacer un cambio en el que has venido pensando desde hace ratos, hagámonos compañía💛 Te invito a que hagamos un cambio juntxs 🥰